Las dietas mágicas nos rodean y no dejan de sumar víctimas con sus propuestas tentadoras, más allá de las muchas veces que escuchamos que su práctica no es recomendable. Gran parte del problema es que las dietas milagro se ocultan muy bien, nos confunden y llegamos a considerarlas propuestas saludables cuando no lo son, por eso, hoy te mostramos cómo reconocer y desmontar una dieta milagro, para adelgazar gracias a la ciencia.
Características comunes de las dietas milagro para reconocerlas a la primera
Para no ser una víctima más de estas propuestas que pueden dejar huellas para siempre en nuestro cuerpo, te mostramos las características comunes de las dietas milagro que te permitirán reconocerlas fácilmente:
Poseen un nombre o mensaje tentador y atractivo
Comencemos por su nombre o lo primero que solemos ver de ellas. Suelen presentarse con mensajes tentadores, llamativos o atractivos que nos incentivan a ver de qué se trata y así, comenzar con su trampa de captura al consumidor.
La "dieta de los astronautas" o "dieta de la cerveza" sin duda nos resultan atractivas por su simple nombre, y más aun si se acompañan de un mensaje como "para adelgazar fácilmente" o "para beber toda la cerveza que quieres y perder peso".
Estas son características comunes de las dietas milagro que no consisten en otra cosa que "venderse". Aplican diferentes métodos de neuromarketing que acaban conquistando al consumidor que espera perder peso y muchas veces se encuentra vulnerable.
Prometen una gran pérdida de peso
Hay dietas milagro que hasta prometen perder 10 kilos en un mes, o 1 kilo por día y ello sin duda es un arma muy eficaz para captar la atención de diferentes personas que, no importa cuánto esfuerzo realicen, pretenden bajar mucho peso ya.
La mayor parte de las dietas realmente logran lo que prometen, pero lo hacen a expensas de dietas muy bajas en calorías, restricciones severas de alimentos u otros recursos que en nada favorecen el cambio de hábitos, y que no son sostenibles en el tiempo.
Como si fuera poco, cuánto más rápido perdemos de peso más probabilidades hay de perder músculo y masa ósea, pudiendo incrementar el riesgo de sufrir osteoporosis como señala un estudio publicado en The Journal of Nutrition.
El metabolismo se resiente por completo, alterándose hormonas que producen hambre y saciedad y reduciéndose el gasto calórico diario, todo lo cual favorece el efecto rebote más frecuente cuanto más restrictiva es una dieta como concluyen científicos de Estocolmo.
Se promocionan como recursos fáciles, sin esfuerzo
Otra característica de las dietas milagro que las vuelve tentadores es que se promocionan de manera tal que lucen como recursos fáciles, sin esfuerzo o al menos sin el que deberíamos hacer con un plan adecuado y ejercicio para perder tanto peso en poco tiempo como suelen prometer este tipo de estrategias.
Mensajes como "comer todo lo que quieras", "sin restricciones" o "sin pasar hambre" son frecuentes en dietas milagro como las dietas cetogénicas de Atkins por ejemplo o la dieta Dukan donde se permite consumir sin límites alimentos proteicos pero por otro lado, restringen al máximo la ingesta de hidratos de carbono.
Eliminar por completo frutas, verduras, legumbres, cereales y derivados parece fácil si logramos mucha saciedad y no sentimos hambre, pero no lo es en absoluto ni tampoco es sostenible en el tiempo, pues sin dejarlo visible, estas estrategias continúan siendo restrictivas y estrictas al prohibir alimentos y ello, conduce a situaciones estresantes como señala un estudio publicado en la revista Appetite que finalmente nos habla del mucho esfuerzo que se realiza para su práctica.
Se basan en un sólo alimento
Basadas en un sólo alimento o en una sola preparación encontramos muchas propuestas milagrosas como la "dieta de la piña" o "dieta de la sopa" que enaltecen las características de un producto atribuyendo al mismo propiedades mágicas y por otro lado, desestimando otros alimentos.
Los alimentos no son buenos ni malos, sino que actúan en conjunto, en el marco de una alimentación y otros hábitos de vida, por lo tanto, la dieta de la piña funciona porque sólo se consume ello y reduce drásticamente las calorías, no porque la piña posee propiedades milagrosas.
Las monodietas o dietas basadas en un sólo alimento son muy frecuentes y no sólo crean conceptos erróneos acerca de diferentes ingrediente o platos sino que además, pueden promover carencias nutricionales al no propiciar el logro de una alimentación variada y equilibrada como señalan científicos de España.
No son personalizadas
Las dietas de revista, de páginas webs u otros espacios que resultan estrategias milagrosas se extienden sin considerar tu peso, tu talla, tu condición biológica, tu nivel de actividad física o si padeces o no enfermedades. Son dietas universales, se proponen para todos por igual y no se personalizan como sí lo haría un nutricionista o especialista en Nutrición que nos recibe en su lugar de forma particular.
Esto no sólo nos conduce a obtener resultados variables sino que puede colocar en riesgo nuestra salud y por supuesto, no favorecer la adherencia a la dieta en el tiempo, sino todo lo contrario.
Por todo ello, lo mejor siempre son las dietas individualizadas, adaptadas a nuestras características particulares y creadas por profesionales como sugiere esta investigación de la Universidad de Valladolid.
Las dietas milagro más conocidas y por qué no funcionan, según la ciencia
A nuestra disposición existen variedad de dietas que reúnen las características antes dichas y que por ello, podemos reconocer como dietas milagro. Entre las más conocidas se encuentran:
Dieta Atkins
Es una de las dietas milagro más populares y tan antiguas como vigentes en la actualidad. Se basa en la producción de cuerpos cetónicos en nuestro cuerpo o cetosis que deriva de la gran quema de grasas ante la eliminación de hidratos en la dieta.
Es una propuesta restrictiva que no sólo puede propiciar el efecto rebote y la alteración de la conducta alimentaria al eliminar diferentes grupos de alimentos enteros como son las frutas y verduras o los cereales y legumbres sino que además, tiene diversos efectos secundarios entre los que se incluyen mal aliento, mareos, irritabilidad o caída del rendimiento cognitivo como señalan científicos estadounidenses.
Dieta Montignac
La dieta Montignac debe su nombre a su creador y se basa en la selección de alimentos en función del índice glucémico, incluyendo aquellos cuya respuesta glucémica es baja y eliminando los de mayor índice glucémico.
Es una propuesta incorrecta debido a que seleccionar los alimentos en función del índice glucémico puede conllevar errores si no tenemos en cuenta otros parámetros así como la combinación de nutrientes y el efecto de platos más complejos que puede modificar la respuesta glucémica de un alimento.
Dieta de la piña
La dieta de la piña es una monodieta, exacerba las propiedades de la piña y la propone como base de la alimentación. Esta alternativa se promete con efectos depurativos y adelgazantes.
Es una estrategia muy pobre en calorías y por ello, restrictiva considerablemente, pudiendo propiciar desde carencias nutricionales hasta cambios metabólicos severos que acentúan el riesgo de sufrir efecto rebote.
Y como todas las dietas que prometen desintoxicar al organismo, no son avaladas por la ciencia, no son beneficiosas más que una dieta equilibrada y rica en frutas y verduras.
Dieta disociada
Las dietas disociadas se basan en dividir los alimentos en función de sus nutrientes, no permitiendo mezclar hidratos y proteínas principalmente.
Esta premisa da origen a falsas creencias sobre la combinación de nutrientes y según un estudio publicado en la revista Nature, no hay evidencias científicas que muestren ventajas al separar nutrientes, por lo que su práctica no tendría sentido alguno si buscamos perder peso.
Dieta Dukan
La dieta Dukan es al igual que la dieta Atkins una de las propuestas cetogénicas más famosas, se estructura en cuatro fases que entre otras cosas prometen una gran perdida de peso y después, el mantenimiento del peso perdido.
Sin embargo, quienes la han realizado señalan haber experimentado un marcado efecto rebote debido a que en sus fases iniciales, la dieta Dukan restringe al máximo las fuentes de hidratos de carbono para promover la quema de grasa mediante la cetosis.
Su creador es un médico y ello da valor a la dieta, sin embargo, esconde un gran negocio y como profesional, fue expulsado del colegio de nutricionistas y dietistas que lo respaldaba por obtener rédito económico con su propuesta.
Dieta HCG
Su nombre deriva de la hormona que se libera en el embarazo: la gonadotropina coriónica humana debido a que en esta dieta se combina la ingesta de 500 Kcal diarias con una inyección de HCG al día que favorece la movilización de grasas.
Durante el embarazo le hormona permita obtener energía para alimentar al feto, pero si no estamos embarazos dicho gasto energético promueve la pérdida de peso.
Sin embargo, es una dieta muy restrictiva y por involucrar cambios hormonales, riesgosa para el organismo como señalan expertos de la Clínica Mayo que además listan una gran cantidad de efectos secundarios como: inestabilidad emocional, fatiga, irritabilidad, depresión, edema, ginecomastia, entre otros.
Dieta Pronokal
La dieta o método Pronokal se basa en una alimentación hiperproteica y se semeja mucho en su estructura a la dieta Dukan, pues establece tres etapas diferentes, en la primera se consumen sólo alimentos proteicos, después se van adicionando otros alimentos en la segunda etapa y en la última se intenta consolidar el mantenimiento.
Sin embargo, la restricción y prohibición está nuevamente presente y por ello, existe riesgo de sufrir efecto rebote así como también de alterar la conducta alimentaria tras su propuesta que elimina grupos enteros de alimentos ricos en hidratos de carbono.
Como si fuera poco, también hay un gran negocio detrás de la misma con variedad de productos que se venden y son aptos para seguir el método Pronokal.
Bibliografía consultada | J. Nutr. June 2006, vol. 136 no. 6 1453-1456; Am J Clin Nutr January 2014, vol. 99 no. 1 14-23; Appetite, Volume 32, Issue 3, June 1999, Pages 295-305; Actividad Dietética, Volume 12, Issue 2, December 2008, Pages 69-75; Univesidad de Valladolid, Facultad de Medicina, 2017, http://uvadoc.uva.es/handle/10324/24923; International Journal of Obesity and Related Metabolic Disorders, 01 Nov 1995, 19(11):811-816; y International Journal of Obesity, volume 24, pages 492–496 (2000), doi:10.1038/sj.ijo.0801185.
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