Si una mañana os levantarais con la intención de despojaros de todo lo inútil o redundante de vuestro cuerpo, descubriríais que un simple trozo de hígado ya es suficiente para vivir, con una cuarta parte del riñón ya se pueden llevar a cabo las tareas excretoras. O un riñón. La inacabable longitud de los intestinos podría reducirse a uno o dos metros, no más. Con un solo ojo y un solo oído es suficiente. Hasta se puede vivir perfectamente sin muchos fragmentos del cerebro.
En tiempos de crisis financiera, ¿por qué no vender todo lo innecesario? La gente vende oro e incluso un reproductor de DVD viejo, ¿por qué no una parte de nosotros?
El precio de nuestros órganos
Partamos de la base de que la venta de órganos es ilegal y peligrosa. Pero, ¿cuánto podríamos obtener? Según la OMS, en India, un riñón se cotiza en torno a los 20.000 dólares. En China, pueden llegar a sobrepasarse los 40.000. Un riñón sano en Israel puede costar hasta 160.000 dólares. Sin embargo, es dinero en bruto: el intermediario descuenta su comisión, se tiene que pagar el viaje, el cirujano, el material médico… así que algunas personas obtienen entre 1.000 y 10.000 dólares por su riñón. En eBay, antes de que retirase de la lista un riñón, las pujas llegaron hasta los 5,75 millones de dólares.
A continuación mostramos una la lista de precios elaborada con datos de la ONU y Human Rights Watch de Asia que rige el mercado mundial de órganos:
Riñón: 120 mil dólares.
Hígado: 150 mil dólares.
Córnea: 45 mil dólares.
Pulmón: 150 mil dólares.
Corazón: 60 mil dólares.
Páncreas: 120 mil dólares.
Médula espinal: 60 mil euros.
En Estados Unidos se llegó a plantear la compensación económica por donación de órganos: la ley de prohibición del tráfico de órganos de 2009 habría permitido el pago a los donantes, pero fue rechazada en el Congreso.