La primera vez que viajé a EEUU, descubrí que, además de las tiendas donde venden vitaminas de todo tipo, también proliferaba de forma masiva la venta de jabón antibacteriano en gel, con el que te podías lavar las manos en seco en cualquier momento del día. De un tiempo a esta parte, la moda de esta clase de jabones ya ha llegado a países como España. Presuntamente, estos jabones contienen sustacias específicas para acabar con los gérmenes, pero ¿es realmente es así?
Lo cierto es que un simple lavado con jabón normal, frotándonos durante unos 30 segundos, ya es suficiente para acabar con decenas de miles de microbios de nuestras manos. Suponiendo que no vamos a lamer nuestras manos, probablemente ya será suficiente, tal y como señala George Fischler, director de microbiología de Dial Soap:
La mayoría de los organismos patógenos provocan enfermedades cuando se ingieren en cantidades entre mil y diez mil.
El jabón antibacteriano incluye un agente llamado triclosán, que puede reducir, si se usa de forma apropiada, el número de gérmenes de nuestras manos. Pero Allison Aiello, de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Michigan, no cree que sea así. Sus laboratorios no han descubierto nos beneficios antibacterianos del triclosán comparado con el jabón normal, incluso tras tres minutos de limpieza.
Algunas bacterias son dañinas y pueden causar enfermedades, pero lo cierto es otros tipos de bacterias son buenas para el organismo, y usando un jabón antibacteriano matamos todos los tipos de bacterias. Además, el Comité Científico de Seguridad de los Consumidores (CCSC) de la Comisión Europea concluye que, hasta la fecha, no hay pruebas de que el uso del triclosán conduzca un aumento de la resistencia a los antibióticos. Sin embargo, es demasiado pronto para afirmar que la exposición al triclosán no deriva en resistencia microbiana en ningún caso, ya que aún no se dispone de información suficiente para hacer un análisis de riesgos completo.
Ahora, con la moda de esta clase de jabones, estamos echando grandes cantidades de triclosán por los sumideros de nuestros baños. Un estudio, publicado en 2010, que ha sido llevado a cabo por científicos del Institut Català de Recerca de l’Aigua (ICRA), nos advierte sobre los posibles efectos tóxicos del triclosán y su persistencia en los sistemas fluviales, ya que el proceso de depuración de las plantas de tratamiento no puede eliminarlo.