La mayoría de nosotros consume más del doble de sodio recomendable para nuestra salud, lo que ocasionó en 2010 2,3 millones de muertes en el mundo debidas a ataques al corazón y otras cardiopatías, un 40% de ellas prematuras.
El apetito por la sal es un instinto ancestral muy importante para la supervivencia: la capacidad de compensar rápidamente las necesidades de sodio del organismo lamiendo una solución con alto contenido en sal puede resultar crucial en muchas circunstancias.
Sin embargo, en muchos países del mundo se está consumiendo mucha más sal de la recomendable (la dosis óptima es de menos 2.000 mg de sodio al día, según la OMS, o menos de 1.500 mg según la Asociación Americana del Corazón). La media de consumo actualmente ya alcanza los 4.000 mg de media.
Según un estudio internacional, este superávit de consumo de sal, sobre todo a través de los alimentos preparados, la sal de mesa y condimentos como la salsa de soja que se añaden al cocinar, estuvo implicado en la muerte de 2,3 millones de personas en todo el mundo. Aunque hay países donde el riesgo es mucho mayor: el top3 de muertes por esta causa lo lidera Ucrania (2.109), Rusia (1.803) y Egipto (836).
El estudio fue llevado a cabo por 488 científicos en 50 países de todo el mundo, dándose a conocer en un encuentro de epidemiología de la Asociación Americana del Corazón.
Otro estudio sugería que reducir media cucharadita de sal al día reduce la cantidad de infartos cardíacos y cerebrales. Esta reducción es similar a dejar el cigarrillo, bajar de peso o volver a los niveles normales de colesterol.
¿Dónde hay más sal?
La intuición no es un buena forma de averiguar en qué alimentos hay más contenido de sal. Por ejemplo, según la Asociación Americana del Corazón, los 6 alimentos que cuyo consumo debería moderarse para evitar las consecuencias aparejadas a la ingesta de sal son: el pan y la bollería salada, las carnes curadas y la chacina, las pizzas, los bocadillos y hamburguesas, la sopa enlatada, y el pollo asado y sus derivados.
No obstante, hay otros alimentos que nunca diríamos que contienen grandes cantidades de sal... sencillamente porque son dulces al paladar. Y es que muchos alimentos preparados llevan sal, incluso los que parece que solo llevan azúcar, como los cereales para el desayuno, las sopas preparadas o los helados. Sí, aunque suene raro, los cereales para el desayuno contienen más sal que los cacahuetes salados.
La sal es una droga
Abstenernos de consumir sal en exceso resulta difícil porque la sal es muy adictiva. Un equipo de investigadores del Centro Médico de la Universidad de Duke y de la Universidad de Melbourne, según publicaron en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), constataron que las drogas adictivas como la cocaína o la heroína activan las mismas células nerviosas y conexiones cerebrales.
Podéis leer más sobre la sal (en esta ocasión lo que ocurre cuando se restringe su consumo) en ¿Por qué Gandhi odiaba el yodo? Una historia de la sal, los impuestos, los cretinos y los defectos de nacimiento
Vía | Madrid+d
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