Una de las escenas míticas de la película Total Recall, aquella ciencia ficción con esteroides protagonizada por Arnold Schwarzenegger y dirigida por uno de los mejores estetas de la acción hiperbólica, Paul Verhoven, era la de la mujer con tres tetas. En el infame remake estrenado hace poco, a pesar de ser una versión desnatada y sosa de su antecesora, incluso se conservó este personaje con tres pechos.
Sin embargo, no hace falta recurrir a la ciencia ficción para contemplar a una mujer con tres pechos: existen de verdad. Incluso hay mujeres con más de tres pechos, aunque no es una imagen tan morbosa como la que aparece en la gran pantalla.
Es lo que médicamente se conoce como polimastia o pechos supernumerarios. Estos pechos extra pueden tener pezones y areolas, o no tenerlos (la presencia de pezones supernumerarios se conoce como politelia). La mayoría de las veces, sin embargo, estas mamas suplementarias no se manifiestan hasta la pubertad, momento en el que empiezan a desarrollarse a causa de las hormonas sexuales.
Además, los nuevos pechos no sólo pueden crecer en el torso sino también en las nalgas, el cuello, los hombros y la espalda. Aproximadamente el 60-70% de las polimastias se localiza en la axila. Y puede darse tanto en hombres como en mujeres.
Hay algunas personajes históricos que se cree que sufrían este trastorno, como Ana Bolena, la segunda mujer de Enrique VIII: se decía que tenía un tercer pecho, además de un dedo de más. Tal y como explica en su libro Escucha tu cuerpo Joan Liebmann-Smith:
En la Inglaterra medieval se consideraba que el tercer pezón era la marca de una bruja. Se pensaba que los demonios y otras criaturas de otro mundo se amamantaban por medio de esos pezones de más.