No es la primera vez que hablamos de sexo anal por estos lares, ya sea para presentarlo como un tabú asombrosamente generalizado como algo que no es infrecuente en otras especies.
Hasta el año 2002, había diez estados en Estados Unidos donde el sexo anal estaba prohibido, si bien entre la mitad de mujeres entre 25 y 30 años admite haberlo practicado. En el caso de los hombres, además, un nuevo estudio sugiere que la estimulación anal es más placentera que la del pene, si bien las estadísticas de objetos encontrados en el recto nos deberían advertir que no debemos venirnos arriba.
Cosas en el recto
Al parecer, los orgasmos a través de la estimulación anal son mucho más intensos que los obtenidos a través de la única estimulación del pene, según recoge un estudio publicado por la revista Clinical Anatomy, que analiza todo lo que se sabe sobre el orgasmo masculino, haciendo hincapié en la estimulación de la próstata durante el sexo.
Sin embargo, no está claro el mecanismo exacto del placer anal. Algunos investigadores proponen que el la clave está en los nervios que pasan a lo largo de la superficie de la glándula (plexo prostático); otros, sugieren que se el placer se origina de la los nervios de la próstata misma.
El problema de que esta estimulación produce placer conduce a algunas personas a introducirse cosas poco ortodoxas por el recto. La Comisión para la Seguridad de los Productos de Consumo de Estados Unidos tiene un base de datos donde se especifican los objetos más extraños que se quedaron ahí atorados y tuvieron que extraerse, entre los que se encuentran un cepillo para el pelo, canicas, un bote grande de champú, una lata de comida para gatos, una bolsa de tabaco para mascar, tres plias AA, una bola de golf, la barara de una cortina, un cepillo de dientes, una caja de hilo dental, un destornillador o un misil de juguete. Naturalmente, todos estos objetos resulta más problemáticos que un sencillo dildo anal.
Ver todos los comentarios en https://www.xatakaciencia.com
VER 9 Comentarios