El asma es una de las enfermedades infantiles más comunes, afectando a unos 7 millones de niños solo en los Estados Unidos. Ahora bien, según un estudio realizado en el Centro Infantil Johns Hopkins los bebés que han convivido con mascotas, o en zonas con presencia de roedores y cucarachas durante su primer año de vida parecen ser menos propensos a sufrir alergias, sibilancias y asma. Sin embargo estas afecciones no disminuyen si el contacto con los alergenos se ha producido después del primer año de vida.
La exposición temprana a las bacterias y ciertos alérgenos puede tener un efecto protector ante la respuesta inmune en los niños, un descubrimiento con el que los médicos podrían adoptar estrategias preventivas ante las alergias y las sibilancias, ambas precursoras del asma.
El estudio fue realizado sobre 467 recién nacidos durante tres años. El equipo de investigadores se dedicó a visitar los hogares para medir los niveles e identificar los alérgenos presentes y realizar pruebas médicas periódicas para determinar alergias.
Los estudios apuntan a que los niños de hogares sucios tenían menores tasas de sibilancias a los tres años en comparación con los niños no expuestos a estos alergenos después de su nacimiento así como que el riesgo de padecer alguna alergia se incrementa conforme los niños están menos expuestos a estos compuestos. Los niños que resultaron estar libres de alergias resultaron ser los que habían vivido en los ambientes más sucios.
Vía | hopkinsmedicine
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