La idea de que dormir adelgace tiene un gran atractivo. Así, mejor que levantarse una fría mañana o una dieta a base de sopa de puerros, podríamos excusarnos con un:
Media hora más, cariño, estoy tratando de perder peso
Perezosos del mundo, por una vez, la ciencia parece estar de nuestro lado. La falta de sueño se ha relacionado con todo, desde el suicidio, pérdida de memoria, hiperactividad, fracaso escolar, problemas en el sistema inmunes a … la obesidad.
Cuando la gente se priva del sueño, los niveles de azúcar en la sangre son elevados, la actividad del sistema nervioso simpático es mayor y los niveles de leptina y la grelina (hormonas que, respectivamente, reprimen y estimulan el apetito) se inclina a favor de comer en exceso, por lo que se espera que ayude a la acumulación de grasa.
Por otra parte, los estudios de laboratorio suelen utilizar la privación de sueño extrema en ambientes artificiales (sin drogas, sin cafeína, sin actividad física, ciclos controlados de luz/oscuridad), así que no está del todo claro cómo estos resultados se traducen a situaciones del mundo real.
Los expertos en salud pública están constantemente recomendando dormir más. La idea de que dormir adelgace es seductora, pero la evidencia es mixta, por lo que debemos tratar a estos estudios con cautela.
Aún así, parece que muchos de nosotros nunca podremos obtener suficiente sueño.
Vía | ABC Science