Dos terapeutas acuáticos decidieron mezclar su trabajo con su afición, el surf, para llevar a cabo este proyecto. Su éxito es tal que han creado una escuela en la que ya tienen a más de 100 alumnos.
Aseguran que con el surf los niños con discapacidad descubren el placer de enfrentarse a los retos de la vida.
Vía | EFE