El pasado martes, la central nuclear de Ascó II, sufrió la tercera parada no programada en una semana, causada por una avería.
Por el momento, la central permanece cerrada, mientras los técnicos trabajaban para resolver el problema. Según las primeras informaciones, el fallo está localizado en los circuidos de captación de agua de mar para la refrigeración.
El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha mostrado preocupación por las reiteradas averías, si bien asegura que los errores no representan riesgo alguno en sí mismos.
En las centrales nucleares, al igual que en las térmicas, la energía calorífica del combustible se transforma primero en energía mecánica y luego en energía eléctrica.
El calor liberado transforma el agua en vapor, el cual pasa por una turbina que acciona un alternador transformándose en energía eléctrica. Luego pasa por un condensador donde se enfría y se condensa por medio del agua de mar o de la de un río. El circuito agua-vapor es un circuito cerrado, independiente del agua del río o del mar.
En las últimas horas, los técnicos de Ascó II han estado probando y analizando la válvula del sistema secundario de aislamiento de agua de alimentación en uno de los generadores de vapor de la central, sin que se haya podido detectar ninguna anomalía, según informa la Asociación Nuclear Ascó-Vandellos II (ANAV) en un comunicado.
Al no observarse ninguna alteración en el funcionamiento, se ha decidido cambiar el actuador (mecanismo que acciona la válvula para abrir o cerrar el paso de agua) y cambiar los cerca de 400 metros de cables eléctricos que lo conectan con el panel de control.
También se está revisando de nuevo el panel de control para descartar futuras sorpresas.
Muchas agrupaciones ecologistas siguen convencidas de que la sociedad actual puede prescindir totalmente de la energía nuclear, sin que ello ocasione problema alguno.
En cualquier caso, al margen del viejo debate sobre la oportunidad de la energía nuclear, debería investigarse si las instalaciones de las centrales más veteranas cumplen con todos los requisitos de seguridad, o por el contrario, si presentan síntomas claros de envejecimiento que pudieran ser la causa de su deterioramiento.
Los trabajos de análisis y reparación de la válvula y las pruebas posteriores para asegurar su correcto funcionamiento se prolongaran todavía durante algunos días. La central no se pondrá de nuevo en marcha hasta que el comité de seguridad nuclear de Ascó (CSNC) apruebe y de por finalizada la intervención.
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