La reputación es un arma poderosa. Es lo que promueve nuestro comportamiento altruista, la cooperación, la inversión de tiempo y esfuerzo en emperifollarnos (y por ende desarrollar la economía del consumo conspicuo).
La reputación también es un poderoso incentivo para ponerse en forma o perder los kilos que nos sobran, porque los feos o desagradables según los cánones vigentes siempre lo tienen más crudo. Gracias a la tecnología, el factor reputación puede incrementarse hasta convertirse en algo así como el ojo de Gran Hermano que todo lo vigila. Y entonces la reputación se convierte en nuestro mejor aliado.
A continuación, cinco herramientas que mezclan tecnología y reputación a fin de que, en nuestros días más perezosos, movamos el culo:
1. Fotografías sociales
La forma más eficaz para que los demás critiquen si has adelgazado o engordado, sin basarte solo en la opinión de tu abuela en Navidades, son los servicios de posteo de fotografías, para colgar fotos del “antes” y del “después”, como Evernote o Flickr.
2. Wiki personal
Usando una página gratuita de PBworks, una sencilla Wiki como las de Wikipedia, puedes hacer que todos tus seguidores reciban un aviso cuando actualices tu peso. Como si todos estuvieran contigo en el baño cuando decides subirte a la báscula. Por cierto, también existen básculas que se conectan a Internet y pueden tuitear o facebookear tu peso.
3. Rutinas
Lo más difícil a la hora de emprender una dieta es adoptar el hábito de seguirla, de no rendirse al cabo de una semana. Una herramienta eficaz para implementar hábitos es Habit Forge, una herramienta de control por correo electrónico para introducir nuevos hábitos en tu rutina cotidiana. Una vez seleccionado qué hábito implementar, Habit Forge te envía mensajes de correo electrónico durante 21 días seguidos. Si no cumples, el ciclo de mensajes se reiniciará.
4. Burlas
Las burlas y el desdén de tus amigos pueden ser como el timbre del despertador de Rocky, justo antes de zamparse media docena de huevos crudos. Para eso funciona stickK, fundadao por Dean Karlan, profesor de economía de Yale. Si no cumples tu compromiso con sticK, éste informa automáticamente a tus amigos.
5. Acoso
Uno de los mejores modelos de negocio para gimnasios se abrió recientemente en Estados Unidos: acudir es totalmente gratuito, pero cada vez que faltes, con independencia de la excusa esgrimida, pagarás una penalización. Los que les duele en el alma perder unos euros al día, probablemente acudirán raudos a fichar.
Es lo que propone online BodySpace o Daily Burn, comunidades con centenares de miles de miembros que siguen los resultados de tus dietas y regímenes de ejercicio. Ellos te servirán para rendir cuentas, para recibir ánimos, o incluso para acosarte cuando lo necesites.
Foto | Wikipedia
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