En la película Matrix te propinaban un puñetazo y, a pesar de estar en un mundo virtual, sangrabas. Y hasta podías morir. Y eso es lo que le quedan a los videojuegos y los entornos virtuales para que la experiencia sea verdaderamente inmersiva. No hace falta morir, pero quizá tiene su interés que los golpes resulten más realistas, se perciban más en nuestro cuerpo. Eso es lo que soluciona este dispositivo que muy elocuentamente se llama Impacto y ha sido desarrollado por el Instituto Hasso Plattner de Alemania.
El prototipo funciona, tal y como explican en Microsiervos: "combinando un actuador mecánico que golpea o hace vibrar la piel junto con unos electrodos que, mediante una descarga eléctrica, estimulan el músculo para provocar que el brazo (u otro miembro) se extienda o se contraiga de manera parecida al movimiento involuntario que causaría un impacto". Lo podéis ver en acción en el vídeo que encabeza esta entrada.
Vía | Microsiervos
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