Según un estudio publicado en la revista Nature, por primera vez, un equipo de científicos del Georgia Institute of Technology y de la Universidad de Columbia ha conseguido poner en evidencia las propiedades piezoeléctricas de un material tan flexible como el grafeno, generando corriente eléctrica mediante deformaciones mecánicas en disulfuro de molibdeno (MoS2, que se encuentra en el mineral molibdenita), lo que ha dado como resultado el generador eléctrico más fino del mundo.
Unos generadores tan diminutos que podrían introducirse en la ropa, convirtiendo la energía de nuestros movimientos en electricidad, pudiendo cargar así dispositivos médicos, sensores portátiles y, naturalmente, el smartphone. O también propiciaría el diseño de células fotovoltaicas altamente eficientes que fuesen capaces de absorber un rango muy amplio de energía solar
La piezoelectricidad es un efecto bien conocido en el que el estiramiento o compresión de un material hace que se genere una tensión eléctrica (o a la inversa, en la que un voltaje aplicado hace que se expanda o contraya).
Según explica Lei Wang, coautor del estudio:
Lo realmente interesante es que hemos descubierto que un material como el MoS2, que no es piezoeléctrico en forma bruta [tridimensional], puede convertirse en piezoeléctrico cuando se reduce a una capa de grosor atómico [bidimensional].
Para este estudio, el equipo de investigación también trabajó con Tony Heinz y David M. Rickey, Profesor de Comunicaciones Ópticas en Columbia Ingeniería y profesor de física en la Escuela de las Artes y las Ciencias de Columbia.
Vía | Popular Science
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