Como os explicaba en el artículo ¿Cuánta información tiene almacenada la humanidad?, cada vez nos tenemos que enfrentar a más datos. Ello provoca que inventemos más formas de organizar los datos: cánones, listados, catálogos, órdenes alfabéticos, temáticos, idiosincrásicos…
Pero el diluvio de información continúa, y el problema se agrava día a día. Así que los sistemas de clasificación cada vez son más automatizados.
Ya en 1945, un ingeniero eléctrico llamado Vannevar Bush se hacía eco de este problema en un artículo que no pasó desapercibido: As We May Think (Como pudiera pensarse), publicado en la revista Atlantic Monthly. La base del artículo señalaba la preocupación de que los científicos no pudieran mantenerse al tanto de toda la información relativa a sus trabajos. Escribió:
Puede que haya millones de grandes ideas, así como los resúmenes de las experiencias en que se basan, todo ello archivado en estructuras de piedra de aceptable arquitectura; pero, si el estudioso sólo consigue acceder a uno de ellos tras una semana de investigación diligente, muy probablemente no podrá mantener sus síntesis al día. Lo que quiere decir es que su forma de acceder a la información iría de forma tan lenta que cuando ya consigue un artículo sobre su tema de interés, ya se han generado muchos más sobre el mismo punto.
Bush, con una capacidad de predicción sorprendente, imaginó que en el futuro se construiría algún tipo de dispositivo que fuera capaz de ordenar la sobrecarga de información. Lo que él bautizó como Memex.
El nombre Memex es el acrónimo de Memory – Index, probablemente por similitud a Rolodex (Rolling – Index). Tambien hay autores que opinan que el origen del termino es Memory – Extender.
Su artículo fue la inspiración de muchos de los desarrolladores originales de hardware y software para PC, así como de los pioneros del hipertexto como Douglas Engelbart y el inventor de la HyperCard, Bill Atkinson. El artículo también predecía el ordenador personal y el sistema hipermedia de la World Wide Web.
La definición que Bush hacía del Memex era “un dispositivo en el que una persona almacena todos sus libros, registros y comunicaciones, y que está mecanizado para poder consultarse con gran velocidad y flexibilidad”.
En la parte superior de la mesa había “pantallas traslúcidas” sobre las cuales se proyectan imágenes de los materiales almacenados, así como un “teclado” y “juegos de botones y palancas” para navegar por la base de datos. La “función esencial” de la máquina era el uso de una “indexación asociativa” para vincular las diferentes piezas de información: “Se puede lograr, a voluntad, que cualquier elemento seleccione inmediata y automáticamente otros”. Este proceso “de vincular dos cosas entre sí es lo más importante”.
Bush llegó a predecir la aparición de una figura que denominó Trail Blazers o Trazadores de Caminos, personas cuyo único cometido era la creación de vías de acceso y navegación para el resto de usuarios. Esas vías eran rutas de conocimiento que podían ser aprovechadas por otros usuarios.
Vía | Superficiales de Nicholas Carr