El programa europeo de navegación por satélite Galileo, que pretende competir con el sistema estadounidense GPS, está interrumpido por las dudas de las compañías adjudicatarias sobre su rentabilidad, según informa el Financial Times (FT).
El comisario europeo de Transportes, Jacques Barrot, dijo el miércoles que había escrito a las ocho empresas que desarrollan el proyecto espacial para descubrir la razón del retraso, que supera ya el año. Por otro lado, un diplomático francés aseguró al Financial Times que los ministros de Transporte de los países de la Unión Europea se reunirán la próxima semana con las mayores empresas aeronáuticas europeas para darles un ultimátum.
El consorcio, con empresas de cinco Estados, está formado por EADS, propietaria del constructor de aviones Airbus, además de las españolas Aena e Hispasat, las francesas Thales y Alcatel-Lucent, la británica Inmarsat, la italiana Finmeccanica y un grupo alemán liderado por Deutsche Telecom.
El proyecto Galileo, encargo de la Agencia Espacial Europea (ESA), organización intergubernamental dedicada a la exploración espacial y compuesta por 17 Estados miembros, preveía poner los satélites en órbita en el 2010, pero su puesta en funcionamiento se ha aplazado hasta el 2011 y cada día se dilata esa fecha, según el portavoz del comisario de Transportes europeo.
Según el FT, algunos Gobiernos de la Unión Europea temen que China se adelante a Europa y lance un nuevo competidor antes de que Galileo esté en funcionamiento. El sistema chino de navegación, Beidou, o Compass, brújula en inglés, podría estar en órbita en el 2008 y cubriría eventualmente todo el planeta, aseguró el Gobierno de Pekín recientemente.
Según el rotativo, fuentes del consorcio Galileo dudan de que se vuelva a trabajar en el sistema de navegación hasta que existan garantías de que se quitarán clientes a GPS, el sistema militar estadounidense gratuito, que ha copado el mercado de navegadores para automóviles. Las compañías no creen que Galileo atraiga a suficientes clientes y existen también dudas sobre los beneficios.
Galileo ofrecerá dos señales, una de libre acceso y otra de pago, y su margen de error será de un máximo de un metro, lo que representa una mejora con respecto al GPS estadounidense. El sistema será usado para controlar desastres naturales, para rescates en el mar y el aire y para usos comerciales, incluida la seguridad en la carretera y el cobro de peajes.
Según la Comisión Europea, los servicios que prestan los satélites supusieron en el 2005 una cifra de 60.000 millones de euros, y ese negocio crece a un ritmo anual del 25 por ciento. Bruselas ha declarado que el sistema es necesario debido a la dependencia actual del sistema GPS, ya que en tiempos de crisis los estadounidenses podrían impedir el acceso al mismo.
Vía | Terra En Genciencia | GIOVE, nueva web abierta al público Más información | Financial Times