Suele ocurrir que, tras haber mantenido una conversación con alguien a propósito de alguna película, libro o incluso cualquier otro tema, al poco aparecerá en nuestras redes sociales un anuncio precisamente sobre ello.
Inmediatamente, se pone en marcha nuestra teoría favorita de la conspiración: están espiando nuestras conversaciones, tanto online como offline, para endosarnos productos mercables. En realidad, esto no es así porque hay una forma más fácil de conseguirlo.
Te conocen
En primer lugar, muchas de las veces que aparece un anuncio sobre un tema que ya hemos abordado quizá estamos incurriendo en una mala interpretación de los hechos: normalmente no aparecen anuncios de las cosas de las que hablamos, así que, solo que aparezca uno o dos, y tenga lugar esa coincidencia, creemos que hay un vínculo causal cuando solo ha tenido lugar una correlación.
En segundo lugar, las empresas no necesitan espiarnos porque nos conocen mejor de lo que lo harían simplemente escuchando nuestras conversaciones. Ellos mismos pueden adelantarse a esas conversaciones, como si dijéramos: son capaces de pronosticar de qué temas vamos a hablar, porque saben lo que nos interesa gracias al reguero de clics y otras migas de pan que vamos dejando en nuestras redes sociales y motores de búsqueda diversos.
Si tras hablar de que quieres viajar a Japón te aparece un anuncio de una aerolínea para viajar a Japón es porque, probablemente, has estado indagando sobre ese país a través de tu smartphone.
Sencillamente, las empresas atesoran montañas de datos sobre nosotros, que entregamos activa o pasivamente, y que más tarde son usados para personalizar nuestra experiencia, lo que también incluye la publicidad.
Tristan Harris, un ex diseñador de Google, lo explicó así en un panel reciente en la Conferencia Global del Instituto Milken en Los Ángeles:
Dentro de un servidor de Google o un servidor de Facebook hay una pequeña muñeca vudú, una versión de avatar parecida a ti. Como un modelo tuyo. Y no tengo que escuchar tus conversaciones porque he acumulado todos los ... clics y "me gusta" que has hecho, lo que hace que esta muñeca vudú actúe más y más como tú. Todo lo que tengo que hacer es simular qué conversación está teniendo la muñeca vudú, y sabré la conversación que acabas de tener sin tener que escucharla por el micrófono.
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