El ciclo de crecimiento de una tecnología exponencial (Inteligencia Artificial, el Internet de las Cosas, el cloud, la robótica avanzada, los vehículos autónomos...) puede divirse en seis fases y las seis empiezan por la letra "D".
Entenderlas nos puede ayudar a ver en qué fase se encuentra cada una de las tecnologías exponenciales y los cambios radicales que están a punto de originar a lo largo de este siglo.
Las seis D
- Digitalización: tiene lugar cuando la tecnología pasa de usar los átomos a usar los bits, de materia a largas cadenas de ceros y unos. Esto permite acelerarse gracias a la Ley de Moore ( la potencia y/o la velocidad se duplica cada año, y/o el costo se reduce a la mitad) y la Ley de Rose (en el caso de la computación cuántica).
- Decepción: en los primeros pasos del crecimiento exponencial, los saltos son cortos y, dada la publicidad que se le ha dado a la nueva tecnología, la gente empieza a decepcionarse y piensa que tampoco era para tanto o que nunca será como ocurre en las películas de ciencia ficción. Por ejemplo, ya habíamos aceptado que no tendríamos coches voladores surcando el cielo de las ciudades, pero eso va a cambiar en breve.
- Disrupción: tiene lugar el impacto real en la sociedad, modificando de golpe y de forma profunda productos, mercados, servicios y sectores económicos. Un buen ejemplo de ello ha sido el teléfono móvil, que ha transformado tanto el mundo que incluso está sacando a África de la pobreza.
- Demonetización: el dinero desaparece de la ecuación, por eso muchos servicios de Google son gratuitos. El coste marginal también se reduce casi a cero, como lo que le pasó a la fotografía cuando se hizo digital.
- Desmaterialización: los productos desaparecen del mercado; por ejemplo, Wikipedia ha desmaterializado las enciclopedias, el smartphone ha desmaterializado los dispositivos GPS, iTunes la tienda de discos, Netflix el videoclub...
- Democratización: ocurre cuando todas las capas sociales pueden acceder al servicio o al producto. La persona más rica del mundo puede comprarse el smartphone más potente del mercado, pero también las personas de clase media y hasta baja. Los cursos en línea masivos y abiertos o MOOC han democratizado la educación.
Un interfaz fácil de usar también marca un punto de inflexión en una tecnología (por ejemplo, cuando pasamos de complejos ordenadores a Windows, y más tarde a iOS y Android. Todo lo cual, finalmente, nos hará vivir una vida de ciencia ficción en muy pocos años. Un ejemplo sorprendente de ello es la llamada tecnología afectiva o informática afectiva, que permitirá que nuestra tecnología sintonice cuando nuestro estado de ánimo (en primer lugar) pero también influirá en él para hacernos sentir mejor.
Un ejemplo de lo que pasará cuando lleguéis a casa después de un día de trabajo complicado y os dejéis guiar por la tecnología afectiva lo podéis ver en el siguiente vídeo, extraído de El futuro va más rápido de lo que crees de Peter H. Diamandis y Steven Kotler:
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