El fonoautógrafo, patentado por Léon Scott en 1857, usaba un diafragma que vibraba y una aguja para grabar ondas de sonido como trazos en hojas de papel. En el año 1877, Thomas Edison inventó el fonógrafo, que podía tanto grabar como reproducir sonido. En 1901, se introdujeron discos de 10 pulgadas seguidos, en 1903, por los de 12 pulgadas. Y, sin embargo, a pesar de los avances técnicos, el vinilo ha regresado.
Para que no solo sea una opción hipster, vintage o retro, le podemos dar un aire hi-tech a nuestro reproductor de vinilos con este modelo que permite que el disco flote graces a la levitación magnética, tal y como podéis ver en el siguiente vídeo:
Este tocadiscos de levitación magnética se llama MAG-LEV Audio y es un proyecto de micromecenazgo de Kickstarter.
La tranformación del movimiento mecánico a una señal eléctrica es el secreto que reside tras el sonido que escuchamos al reproducir un disco de vinilo. A pesar de que resultan invisibles para la vista, el disco de vinilo tiene surcos microscópicos que la aguja resigue, captando todas las irregularidades.
Por eso, la aguja tiene que entrar en contacto con el vinilo aunque éste flote mágicamente, lo cual propicia la pérdida de equilibro en la «levitación». En cualquier caso, si os gusta el proyecto deberéis apoquinar 780 dólares y unos 1.390 cuando ya esté lanzado).
Vía | NeoTeo
Ver todos los comentarios en https://www.xatakaciencia.com
VER 4 Comentarios