Desde que vimos el holograma de la princesa Leia pidiendo ayuda a Obi-Wan o la partida de esa especie de ajedrez monstruoso en el Halcón Milenario, todos hemos pensado que los hologramas podrían tener mucho recorrido. Sin embargo, el mayor handicap de los hologramas es que no se pueden tocar, en cuanto lo intentas los atraviesas sin más, como si no existieran.
Más tarde llegaron los hologramas generados por láseres que ionizan las partículas del aire generando plasma, permitiendo crear imágenes en movimiento mediante píxeles en un área tridimensional llamados vóxeles. Tocar un vóxel, sin embargo, es peligroso y puede causar quemaduras en las manos o daños en los ojos.
Para que podamos tocárlos sin problema, un equipo de investigadores de las Universidades de Tsukuba (Tokio), y del Instituto Tecnológico de Nagoya, ha aumentado la frecuencia de los pulsos para que sean inocuos, como podéis ver en el vídeo que encabeza la entrada.
Así podremos disponer de hologramas hápticos ("sentir" objetos virtuales tridimensionales con nuestras propias manos) con una resolución de 200.000 vóxeles por segundo.
Vía | Gizmodo
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