Hasta ahora, lugares virtuales como Second Life ya permitían intercambiar Linden Dollars (LD), la moneda oficial, por dólares de curso legal (1 dólar americano equivale aproximadamente a 260 LD; el precio de una isla virtual pequeña es de unos 375.000 LD): lo cual ha permitido que se produzcan casos como el de Ailin Graef, una usuaria de este mundo alternativo cuyo avatar se llamaba Anshe Chung que llegó a ser portada de la revista Business Week, y que en sólo 2 años y medio obtuvo alrededor de 2 millones de dólares a partir de negocios virtuales que iban desde el diseño de moda hasta la ciberespeculación urbanística.
Sin embargo, os quiero hablar de otro tipo de moneda virtual que aspira a conquistar otros objetivos y no la mera traslación de dinero entre el mundo real y el 2.0. La Bitcoin.
Ideada por Satoshi Nakamoto en 2009, la Nitcoin es el primer caso de moneda digital que ha logrado prosperar (la primera vez que se manejó este concepto fue en 1998 por Wei Dai en la lista de correo electrónico Cypherpunk). Hasta el punto de que su valor ya ha superado al del dólar.
La principal ventaja de Bitcoin es precisamente el mayor defecto de la moneda real: Bitcoin no depende de la confianza en ningún emisor central, sino que recurre a una base de datos distribuida en varios nodos de una red P2P para registrar las transacciones y utiliza la criptografía para proveer funciones de seguridad básicas, tales como la garantía de que las bitcoins solo puedan ser gastadas por su dueño, y nunca más de una vez.
Para quien le guste lo audiovisual, aquí está un vídeo en español sobre bitcoins:
Básicamente la idea es que tu instalas el programa y a partir de ese momento puedes recibir bitcoins y enviar bitcoins. El sistema esta pensando de forma que es imposible falsificar monedas y no se pueden gastar dos veces, una vez que envías una moneda a otro peer ya no puedes gastar esa moneda otra vez.
También puedes generar tus propios bitcoins, pero para generar un solo bitcoin puedes tardar varios días porque hace falta encontrar unos hashes muy específicos que son muy poco probables de calcular. Esta dificultad para generar nuevos bitcoins es el punto clave del sistema, ya que si intentas montar un “centro de calculo” para generar nuevos bitcoins el gasto energético (factura de la luz) que vas a tener no lo hace rentable. Actualmente un PC corriente tardaría cerca de un mes 24 horas encendido en generar 50 bitcoins, y la complejidad para encontrar nuevos bitcoins aumenta con el tiempo. Hay una pagina que te estima cuanto tardaras en generar tu primer bloque (50bitcoins) a partir de los hashes por segundo que es capaz de calcular tu CPU.
Las bitcoins, pueden ser enviadas por Internet a cualquiera que tenga una “dirección Bitcoin”. Su diseño permite hacer las gestiones de forma completamente anónima. Las monedas se guardan en cualquier ordenador en forma de un archivo “monedero” o bien custodiadas por un tercero que ofrezca la gestión de este tipo de archivos. Precisamente es su carácter anónimo el argumento principal de los críticos de las Bitcoin: la gente podría comprar y/o vender artículos ilegales ocultando su identidad. No en vano, WikiLeaks anunció en su día su asociación con la moneda digital para permitir a los usuarios que lo deseen hacer donaciones cuyo origen, en teoría, es imposible de rastrear, lo que evitaría bloqueos de entidades bancarias.
La economía de la moneda digital es aún muy pequeña (comparadas con las oficiales) y su software aún está en pruebas (versión Beta), pero ya está funcionando y bienes reales como la venta de vehículos, o servicios como de programación freelance ya están siendo usados en el intercambio. Por ejemplo, el Singularity Institute o la Electronic Frontier Foundation ya aceptan donaciones de bitcoins.
Sin embargo, las Bitcoins todavía no son la panacea. Han sufrido varios ataques de seguridad, y hace muy poco recibió un golpe de gracia que posiblemente acabe para siempre con su futuro.
Vía | Quo / Kriptópolis / Partido de Internet /