A pesar del nombre que se me ha ocurrido, la primera cucaracha con implantes cibernéticos es una realidad, y no una broma. La han desarrollado, si se puede decir así, un grupo de ingenieros japoneses con la intención de que el ser sirva como agente teledirigido en situaciones límite como la búsqueda de supervivientes en catástrofes naturales, como los frecuentes terremotos en las islas japonesas, u otras situaciones.
La parte cibernética sustituye el recubrimiento alar y las antenas de las amistosas cucarachas, y consiste en una micro mochila dotada de multitud de sistemas de video y sensores, y unos electrodos que sustituyen a las antenas y que actúan de acondicionadores de las señales recibidas por los sensores. Además, gracias a los electrodos, se puede teledirigir a las cucarachas incitándolas a avanzar, girar, saltar, etcétera. La mochila en cuestión pesa unos tres gramos, lo cual representa el doble de peso de la cucaracha Periplaneta americana, más grande y fuerte de lo normal (y suponemos que más repugnante para quienes sientan aprensión por estos insectos), que puede cargar con hasta treinta veces su propio peso. Así que realmente, la cucaracha casi no notaría fatiga. Eso si, habría que ver cuánto ocupará el animal con la mochila a la espalda, que en la fotografía se muestra prominente. Gracias a Julio por el soplo.
Vía | Tendencias 21