No te rías, que es peor fue un concurso emitido por Televisión española entre 1990 y 1995 cuyo funcionamiento básico consistía en evitar reírse frente a los chistes de humoristas profesionales. Si te reías, perdías el premio, es decir, pagabas por haberte reído, por habértelo pasado bien.
Para ser justos, era relativamente sencillo ganar el premio porque los humoristas no hacían demasiada gracias. Pero imaginad que, en cualquier show, programa de televisión o película cómica, solo pagarámos cada vez que nos arrancan una sonrisa, es decir, pagamos por lo que habíamos venido a hacer: reírnos. Y si no nos reímos, entonces no vale la pena pagar por ello. Es la filosofía de Pay Per Laugh.
Pay per Laugh | The Cyranos McCann from The Cyranos // McCann on Vimeo.
La compañía Teatreneu de Barcelona fue de las primeras en usar este software concebido por Affectiva, gracias a la colaboración de la agencia de publicidad The Cyranos McCann. El método consiste en instalar en las butacas del teatro un iPad con el sistema de reconocimiento facial de Affectiva instealado. El software es capaz de detectar los movimientos y rasgos faciales de las carcajadas.
Cuando el espectador se ríe, entonces el sistema inmortaliza el momento con una fotografía, que al final puede comprobarse en su cuenta personal. Las primeras 40 carcajadas son gratis, pero a partir de entonces la carcajada se paga a 0,3 céntimos, hasta llegar a un máximo de 40. La cuenta nunca superaría los 24 euros.
Este modelo de negocio permitió incrementar en un 35% los ingresos. Y quizá pueda pronto extrapolarse a otros muchos espectáculos, habida cuenta de las mejoras producidas en el campo de la identificación facial y la medición de otros parámetros biológicos. ¿Por qué no pagar por una película de terror cuando experimentamos verdadero miedo, por ejemplo?
Vía | The Guardian
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