Existe una planta carnívora conocida como Nepenthes con una propiedad bastante inusual. Cuando le llueve encima, su hoja ahuecada se convierte en una superficie prácticamente sin fricción, convirtiéndose en una trampa mortal para hormigas, arañas o incluso ranas, que se sienten atraído por su olor dulce y elegante.
Tras analizar este comportamiento, un grupo de científicos de la Universidad de Harvard han creado un material capaz de repeler casi cualquier tipo de líquido, como la sangre o el aceite. Además, lo hace incluso en condiciones adversas de alta presión o temperaturas bajo cero.
Esta tecnología bio-inspirada se ha publicado esta semana en la revista Nature, y puede encontrar multitud de aplicaciones en el manejor de flujo biomédico, transporte de combustibles y líquidos anti-congelantes. Se podría aplicar incluso a la autolimpieza de ventanas o a la mejora de dispositivos ópticos.
“Inspirados por el mecanismo de esta planta, hemos desarrollado un nuevo recubrimiento que supera a sus homólogos naturales y sintéticos, y ofrece una solución sencilla y versátil para la repelencia a líquidos y sólidos”, comenta Joanna Aizenberg, autora principal del artículo y profesora del Harvard School of Engineering and Applied Sciences (SEAS).
Este no es el primer ejemplo inspirado en la naturaleza, ya que la mayoría de las tecnologías repelentes de líquidos se han inspirado en diferentes plantas. Por ejemplo, las hojas del loto son repelentes al agua debido a las diminutas microtexturas de su superficie. La planta carnívora emplea otro enfoque diferente. En lugar de utilizar nanoestructuras para repeler el agua, emplea una capa lisa de agua , convirtiendo el propio líquido en la superficie repelente.
En el siguiente enlace se encuentra más información y vídeos de su funcionamiento:
Vía | Harvard University