Me pierde la estética steampunk y la mecánica victoriana, esos ingenios que se mueven gracias a levas, poleas, ruedas dentadas, palancas, fulcros, cadenas, cinturones de cuero, tornos, engranajes, relés, correas, bielas, pistones, remaches de acero, válvulas, reguladores, hélices y miles de piezas móviles. Y mucho, mucho vapor. Si habéis visto Steamboy o La liga de los hombres extraordinarios, sabréis a qué me refiero.
Así que hoy echar un vistazo sobre una máquina que no logró construirse en su época, ideada por Charles Babbage, el considerado el padre de la informática moderna. Estamos hablando de un ingenio de nada menos que de 1822.
El invento de marras fue la máquina diferencial, diseñado para tabular funciones polinómicas, que son imprescindibles para el desarrollo de las tablas trigonométricas esenciales para navegar. No se pudo construir, entre otras cosas, porque pesaba 15 toneladas y tenía más de 25.000 piezas mecánicas. Babbage comenzó la construcción de su máquina, pero ésta nunca fue terminada. Dos cosas fueron mal. Una era que la fricción y engranajes internos disponibles no eran lo bastante buenos para que los modelos fueran terminados, siendo también las vibraciones un problema constante. La otra fue que Babbage cambiaba incesantemente el diseño de la máquina.
El gobierno británico financió inicialmente el proyecto, pero retiró el financiamiento cuando Babbage repetidamente solicitó más dinero mientras que no hacía ningún progreso aparente en la construcción de la máquina. Con todo, de haberse construido en su época, hubiese sido la calculadora mecánica más avanzada del mundo, tanto por su rapidez como su fiabilidad.
En el centenario de su muerte, sin embargo, el London Science Museum la construyó siguiendo los planos de Babbage. La máquina consiguió dar resultados exactos con 33 dígitos en cuestión de segundos. Resulta sin duda emocionante comprobar que el diseño de alguien podría haber revolucionado el mundo de haberse podido plasmar en su época. Resulta emocionante comprobar cómo una persona puede adelantarse tanto a su época. Y, sobre todo, resulta emocionante transportar del pasado una tecnología que pudo haber existido pero no lo hizo, algo así como plasmar un universo alternativo, a lo Wild Wild West.
La reconstrucción de la Máquina Diferencial No.2 ha estado operativa desde 1991.