¿Os imagináis una empresa que se dedica a leer miles de blogs diarios? ¿Un software que no deja de monitorizar y peinar blogs de todo el mundo para encontrar pautas? ¿Una herramienta para averiguar qué piensa la gente a través de sus diarios personales?
No hace falta imaginar demasiado: esa entelequia existe y se llama Umbria.
Nos vigilan. Pero de verdad. No hace falta recurrir a Gran Hermano, sociedades ocultas que persiguen dominar el mundo o a la conspiranoia desatada. Nos vigilan alegremente, públicamente, impunemente. Y Umbria sólo es la punta del iceberg.
Howard Kaushansky fue el presidente y fundador de Umbria (en 2004) y lo que intentó fue convertir los blogs en matemáticas. En números.
Su sistema leía automáticamente millones de artículos de blogs cada día, afinando cada vez más su software, que leía 35.000 posts cada 5 minutos. Un equipo de 6 lectores de las oficinas centrales y otros 25 en Bangalore (India), revisaban manualmente miles de blogs, buscando pistas que luego introducían en el programa para ayudar a éste a clasificar los diarios por sexo y edad de su autor.
Stephen Baker, autor de Numerati, explica así su entrevista con Kaushansky:
Me cuenta que el primer paso es conocer un poco sobre el autor de cada blog. ¿Es hombre o mujer? ¿Adolescente? ¿Veinteañero? ¿De la generación de la posguerra? El ordenador busca pistas como la estructura gramatical, el tipo de vocabulario y las rarezas de la puntuación. ¿Cuántos hombres de edad madura, por ejemplo, terminarían una oración así: !!!!!!!!? A veces el ordenador lee un artículo, no ve señales reveladoras, se encoge de hombros y se da por vencida. El artículo queda sin clasificarse. Pese a tales reveses, continúa Kaushansky, el ordenador de Umbria es capaz de acumular grandes cantidades de artículos por género o sexo y generación. La compañía ordena a los autores en esas categorías.
El siguiente paso es deducir sobre qué escribe cada grupo de autores. Concretamente, Umbria quiere saber qué opinan los autores sobre servicios o productos: un nuevo teléfono móvil, por ejemplo.
Lo que hace Umbria es detectar si la opinión del bloguero es favorable o desfavorable. Una información muy suculenta para los expertos en mercadotecnia.
Supongamos que uno de los clientes de Umbria lanza un nuevo desodorante un martes e invierte cuatro millones de dólares para promocionarlo en televisión durante la semana siguiente. ¿Cómo pueden saber los expertos en mercadotecnia si la publicidad llega al público objetivo? La mayoría no salimos corriendo a comprar desodorantes, por convincente que sea el anuncio, y si lo compramos, podríamos dejarlo guardado dos o tres meses. Por ello, las cifras de ventas no darán una retroalimentación rápida. Las páginas web tradicionales, como los que peinan Google y otros buscadores, son igual de estáticas que una biblioteca. Se les clasifica por su relevancia, no por cuán oportunas son. Podría suceder que la página web más “relevante” sea el propio boletín de prensa de la compañía, que en este caso no sirve para nada. Para saber qué pensamos, el fabricante de desodorante debe ir más allá de la información formal de Internet y llegar a lo que los blogueros y las redes sociales dicen sobre el producto.
Aunque pueda parecer sorprendente que alguien opine sobre desodorantes en su blog, o sobre productos aún más banales, lo cierto es que ocurre. Hay una cantidad inimaginable de blogs. Hacer un blog es tan sencillo que todo el mundo puede convertirse en editor. Y la gente habla de su vida cotidiana hasta límites insospechados. Incluso para hablar de su desodorante.
Es decir, que Umbria permite saber el ruido que ha hecho el anuncio de un producto examinando cuánta gente habla de ellos en los blogs.
Además, los autores de los blogs ofrecen respuesta a muchas preguntas que un experto en mercadotecnia podría realizarte para completar su estudio: tu edad, tu sexo, tus aficiones, etc. Hasta el punto de que Umbria puede clasificarte en grupos o tribus… como os explicaré en la siguiente entrega de este artículo.
Vía | Numerati de Stephen Baker