Castilla-La Mancha es una de las mejores zonas españolas para observar las estrellas porque la incidencia de la contaminación lumínica aún no es grave, según responsables del Observatorio Astronómico de La Hita (Toledo), que exigen una ley que proteja el cielo, que es Patrimonio Intangible de la Humanidad, de las luces de las ciudades.