Quizás más de uno y de diez hayáis pensado cómo mejoraría vuestra vida si pudiéseis prescindir del teclado del ordenador para controlarlo directamente con el pensamiento. Yo al menos lo vería perfecto para no tener que malgastar neuronas en acertar las teclas, que por otra parte hago bastante mal. En el vídeo que os enseñamos hoy, podemos ver la aplicación práctica de un proyecto que se llama BCI(Brain-Computer Interface). Mediante sensores y electrodos, la actividad cerebral es registrada por medio de encefalograma, amplificadas y transmitidas al ordenador, en donde se procesan y resultan en comandos de control interpretables por la máquina. En el video, dos personas juegan una partida de Pong cómodamente, sin mandos. Eso si, parece que sobran un par de cables.
La idea es detectar patrones de actividad cerebral que se correspondan con las intenciones de mover alguna parte del cuerpo. Esto es posible de comprobar si conocemos de antemano cómo son estos patrones y comprobamos si existe correlación entre las señales. La correlación es una herramienta matemática, y simplificando al máximo, da una idea de la cantidad de similitud entre dos, en este caso, señales eléctricas. De hecho, esta función matemática puede decir, con bastante grado de certeza, si dos señales que no son exactamente iguales tienen el mismo "significado". Colaboradores en este proyecto, unos cuantos: Fraunhofer FIRST Institute, el grupo de investigación IDA (Intelligent Data Analysis), y el grupo de neurofísica, el Departamento de Neurología en el Campus Benjamin Franklin, la Universidad de Medicina Charité en Berlin, y la Technische Universität Berlin (Universidad Técnica de Berlin).
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