La contaminación del aire de los hogares, impulsada en gran parte por estufas interiores, causó 700.000 muertes en África, mientras que el aumento de la contaminación del aire exterior se cobró 400.000 vidas. Es solo uno de los últimos ejemplos de cómo el ser humano ha alterado los ecosistemas.
De eso trata El primate que cambió el mundo, de Alex Richter-Boix. Un texto jalonado de hallazgos, de curiosidades y de historias, sobre todo de historias entretejidas sobre aspectos cotidianos que, desde este nuevo punto de vista, ya no lo son tanto. Qué demonios: Alex consigue que lo cotidiano devenga en épico. Ratas, palomas, un chicle...
Ecosistemas
Hay dos hipótesis para abordar el ecosistema de la Tierra desde un punto de vista holístico. Por un lado tenemos la hipótesis de Gaia, popularizada por James Lovelock. En contraposición a esta visión bondadosa de la biosfera se enfrenta la denominada Hipótesis de Medea, popularizada por al paleontólogo y astrobiólogo Peter Ward, de la Universidad de Washington. Las dos caras de la moneda. Alex nos descubre cómo el ser humano es un primate que cambió el mundo, pero también que el mundo no ha dejado de cambiar.
No en vano, Álex no solo tiene formación teórica, sino también práctica, porque después de doctorarse en Biología por la Universidad de Barcelona, ha trabajado persiguiendo ranas en ciénagas de varios países, levantando piedras en busca de tritones, contando insectos, fotografiando miles de renacuajos y sumergiéndose en el mundo de la genética de poblaciones y los microbiomas de los anfibios con el fin de comprender los procesos microevolutivos y la capacidad de respuesta de los organismos a las fluctuaciones ambientales, el cambio climático y las enfermedades emergentes.
El primate que cambió el mundo: Nuestra relación con la naturaleza desde las cavernas hasta hoy (geoPlaneta Ciencia)
Llevamos miles de años interaccionado con el medio, alterando las comunidades vegetales y animales, domesticando especies y paisajes para nuestras necesidades, incluso alterando los ciclos atmosféricos y los geológicos. Se nos está escapando la biodiversidad sin que apenas seamos conscientes. Lo que se extingue, lo que desaparece, pasa al olvido en menos de una generación. Este libro intenta combatir esa gran amnesia ecológica echando la vista hasta 300 000 años atrás, cuando apareció una nueva especie de primate que sería capaz de moldear su entorno hasta límites insospechados. Esa capacidad nos define como seres humanos, pero también es responsable de la crisis ecológica que sufre hoy nuestro planeta. Solo podremos afrontarla si sabemos de dónde venimos.