Las plantas pueden estar sometidas a muchas fuentes de estrés físico. Pueden quedarse sin agua, ser atacadas por insectos, por la radiación ultravioleta o sufrir infecciones bacterianas. Todas estas amenazas pueden poner sus vidas en peligro y ellas no pueden escaparse como nosotros. Solo les queda la opción de enfrentarse a ellas e intentar superarlas con todos los medios a su alcance.
Barbara Hohn y sus colaboradores del Instituto Friedrich Miescher para la Investigación Biomédica en Besel, Suiza han analizado la respuesta a esas situaciones de la Arabidopsis thaliana una planta muy utilizada por los investigadores en genética. Han encontrado que entre estos medios parece estar el aumento de las recombinaciones genéticas cuando las células se dividen.
El número de recombinaciones se multiplicaba por cuatro y su frecuencia seguía siendo más alta hasta cuatro generaciones después. Incluso cuando solo uno de los progenitores había sido sometido a una situación estresante. Este proceso puede serles útil para mejorar sus posibilidades de supervivencia frente a las crisis y acelerar la evolución ante cambios en el entorno.
De momento solo se ha probado en plantas pero es posible que mecanismos similares estén presentes en otros seres vivos como nosotros. Y, especulando mucho, ¿Cómo estaremos respondiendo al estrés cotidiano?
Vía | Scientific American
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