Una nueva tendencia ha hecho aparición en el ámbito de la construcción y la arquitectura, conscientes de la necesidad de buscar métodos y alternativas que aseguren una cierta sostenibilidad energética. El objetivo es crear edificios más respetuosos con el medio ambiente y más eficientes en el uso de recursos. Los principales rasgos que diferencian a los edificios de este tipo son los siguientes:
Estructura concebida para aumentar la eficiencia y reducir el impacto medioambiental, al tiempo que mejora el bienestar de sus usuarios. Por ejemplo, la potenciación de la luz natural en el interior de la vivienda no sólo repercutirá en un ahorro económico y en un menor impacto medioambiental, debido al menor consumo de luz eléctrica, sino también podría reducir el posible estrés de sus ocupantes.
La construcción sostenible no se caracteriza por un rasgo concreto ni se limita a un conjunto de normas o requisitos. Se trata de un proceso completo, que abarca desde la elección del solar en que iniciará la construcción hasta la proyección de la estructura y la utilización de materiales ecológicos o la posibilidad de reciclaje de los mismos.
En Europa y España existen programas de financiación que ofrecen subvenciones, certifican este tipo de obras mediante las etiquetas ecológicas (LEEDS, ISO 14001).
Una de las razones que explica la muy lenta implantación de los edificios verdes en nuestro país es su precio, que se estima un 15% superior al de las viviendas convencionales. Los materiales usados en el aislamiento y la instalación de sistemas de producción de energía solar explican ese sobrecoste. Pero este incremento en el precio supone a largo plazo un ahorro energético para el usuario, que revertirá en su propia salud y en un menor impacto al medio ambiente. A pesar de los beneficios que reporta este tipo de construcción, la arquitectura verde sigue teniendo un peso insignificante dentro de la producción arquitectónica mundial.
El ahorro en los costes de mantenimiento y gestión del inmueble debe justificar el coste superior de la inversión inicial.
La cuestión que realmente surge es plantearnos la viabilidad de la construcción de una casa bioclimática, respetuosa con el entorno, edificada con materiales naturales y que use fuentes de energía renovables. ¿Es posible crear espacios saludables?
Vía | Eroski Consumer Más Información | ITER
Ver 1 comentarios