Hasta ahora, se pensaba que la inflamación desencadenada por la respuesta inmune del cuerpo frente a las células cancerígenas contribuían a la curación y a un mejor pronóstico para el enfermo. Sin embargo, la reciente investigación publicada en Nature por un equipo de la Universidad de California ponen en duda esta tesis, basándose en un modelo experimental de cáncer de próstata.
Los resultados del estudio, sugieren que la inflamación tendría un papel fundamental en la generación de metástasis por parte del cáncer de próstata, ensombreciendo sustancialmente el pronóstico de la enfermedad y reduciendo drásticamente las posibilidades terapeúticas.
Para la investigación se han usado ratones y tejido humano. En las muestras se ha observado que un marcador llamado IKK-alpha inhibe la expresión de un gen llamado Maspin, conocido por su función de impedir la generación de metástasis en cánceres de próstata y mama. Parece que este descenso del gen Maspin se vería determinado por una cascada que iniciarían las propias células inflamatorias, lo que produciría mayor riesgo de aparición de metástasis.
También ha quedado patente que en los estadios iniciales del cáncer de próstata, los niveles de expresión del gen Maspin son muy altos, mientras que va cayendo progresivamente hasta desaparecer según avanza la enfermedad. De igual forma, al principio la IKK-alpha está inactivada casi en su totalidad, y su función va aumentando con el tiempo de evolución.
Este último detalle explicaría por qué la aparición de mestástasis es más común en las últimas fases del cáncer que en estadios iniciales.
Los investigadores confían en que este trabajo pueda ayudarnos a comprender mejor la forma en la que actúa el cáncer a la hora de extenderse y en que se puedan desarrollar nuevos fármacos antimetastásicos.
Vía | El Médico Interactivo (suscripción) Más información | Universidad de California En Genciencia | Más datos sobre el cáncer de mama