Si bien hace años un satélite era una obra que costaba miles de millones de dólares y solo pertenecía a gobiernos, ahora se han reducido sus costes hasta límites hasta límites asumibles incluso por las universidades. Es el caso de los nanosatélites, un ejemplo más del poder del abaratamiento de la tecnología, la colaboración 2.0 y la filosofía maker. Los nanosatélites poseen una masa de entre 1 y 10 kg, frente a cientos o incluso miles de kilogramos de un satélite comercial típico. Hasta noviembre de 2013, solo había 75 nanosatélites. Otros 94 fueron puestos en órbita en 2014.
Con todo, aún se deben alquilar espacio en algún lanzamiento espacial para llevar la masa del satélite a la órbita de la Tierra. Sin embargo, Virgin Galactic, propiedad del multimillonario Richard Branson, cambia de paradigma: quiere llevar satélites al espacio usando un simple avión Boeing 747, como el que usa el común de los mortales para irse de vacaciones.
Para ello utilizarán un cohete llamado “LauncherOne”, el cual en lugar de despegar desde tierra firme, será lanzado desde un avión Boeing 747-400. El avión, previamente operado por la filial Virgin Atlantic, ha sido bautizado apropiadamente como Cosmic Girl.
En términos económicos, es más asumible la manutención de este avión comercial y, sobre todo, permite ahorrar combustible al cohete (al no lanzarse desde desde tierra), además de la ventaja de poder realizar el lanzamiento básicamente desde cualquier aeropuerto del mundo.
El propósito de este aparato es portar cargas útiles de hasta 200 kilogramos en órbitas estándar. Además, podría llevar hasta 400 kilogramos hasta algunas otras órbitas inferiores.
Virgin Galactic tiene previsto debutar con este cohete de oxígeno/queroseno líquido entre 2016 o 2017. Los que quieran usar los servicios de la compañía para lanzar sus satélites deberán pagar un mínimo de 10 millones de dólares.
Innumerables empresas ya ofrecen satélites a universidades, particulares u otras empresas, como Terran Orbital, que los ofrece por unos pocos millones de dólares (cuando poco antes solo se podían obtener por unos 400 millones de dólares).
Virgin Galactic aún puede abaratar más los costes y que nazca una nueva nación satelital con toda clase de funciones: comunicaciones, experimentos, monitorización del planeta, cartografía y un largo etcétera.
Vía | EuropaPress
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