Ya sabíamos que nuestra galaxia, la Vía Láctea, viaja a 900.000 kilómetros por hora hacia el centro de los masivos cúmulos de la constelación de Virgo. Porque, en realidad, todo se mueve a grandes velocidades, el sistema solar, los planetas, otras galaxias, etc.
Lo que ahora se ha descubierto, además, es que las galaxias no solo rotan sobre sí mismas, sino que dan una vuelta completa cada mil millones de años con independencia de su tamaño.
Rotación galáctica
Esta constante propia de un reloj suizo es la que ha sido descubierta por Gerhardt Meurer del nodo UWA (Universidad de Western Australia) del Centro Internacional de Investigación de Radioastronomía (ICRAR) y sus colegas:
Independientemente de si una galaxia es muy grande o muy pequeña, si pudieras sentarte en el borde extremo de su disco mientras gira, te llevaría alrededor de mil millones de años recorrer todo el recorrido. Descubrir tal regularidad en las galaxias realmente nos ayuda a comprender mejor las mecánicas que las hacen funcionar: no encontrarás una galaxia densa girando rápidamente, mientras que otra con el mismo tamaño pero con una densidad menor rota más lentamente.
Meurer también sostiene que, al usar las matemáticas simples, puede mostrar que todas las galaxias del mismo tamaño tienen la misma densidad interior promedio.