El telescopio espacial "Spitzer" de la NASA ha descubierto granos de silicato pertenecientes a cometas alrededor de una estrella enana blanca que se extinguió hace unos 500 millones de años. El tamaño de estos granos de silicato indica que "probablemente se trata de cometas y no de otros cuerpos planetarios internos", dijo Marc Kuchner, del Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA. El hallazgo constituye la primera prueba de que esos cuerpos errantes pueden vivir tras la desaparición de sus soles.
Hasta ahora se pensaba que la muerte de sus soles provocaba también la desaparición de estos cuerpos, la estrella, identificada como G29-38, absorbió a los planetas que la rodeaban, pero restos de cometas y posiblemente planetas externos continúan con "vida".
El proceso de formación de estas enanas blancas consideradas esqueletos comprimidos de estrellas que fueron similares a nuestro Sol es muy lento, una vez comprimidas estas estrellas pasan miles de millones de años y aumentan su luminosidad convirtiéndose en astros gigantescos y rojos que capturan a sus planetas más cercanos. Después se despojan de sus atmósferas para convertirse en estrellas "enanas" y blancas.
Vía | Consumer
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