A 9.000 años luz es la distancia a la que se encuentra Icarus, la estrella más lejanas que hemos podido observar hasta el momento. Este hito ha sido logrado por el telescopio espacial Hubble.
Icarus se encuentra en una galaxia muy alejada, detrás del cúmulo de galaxias MACS J1149-2223.
'Poco' después del Big Bang
La estrella es tan lejana que su luz nos llega con un decalaje de 9.000 millones de años, es decir, que la existencia de esta estrella estaba muy próxima al principio del universo, el Big Bang: ocurrió unos 4.800 millones de años antes. Esta estrella de tipo B es mucho más grande, más masiva, más caliente y posiblemente cientos de miles de veces intrínsecamente más brillante que el Sol.
Esta estrella se ha detectado gracias al denominado efecto lente gravitacional, un fenómeno que se produce por un cúmulo de galaxias, con una masa 1.000 veces la masa del Sol, que amplifica la luz que se produce en objetos que están muy alejados y alineados justo detrás del cúmulo, generando un efecto parecido al que haría una lente.
Las conclusiones de este hallazgo, que se ha realizado con el telescopio espacial Hubble de la Agencia Espacial Europea (ESA) y la NASA, y se publican en varios artículos de la revista 'Nature Astronomy' y 'The Astrophysical Journal'.
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