A una distancia de 2.400 millones de kilómetros del Sol, más allá de la órbita de Saturno, el Telescopio Espacial Hubble ha fotografiado el cometa activo más lejano jamás visto.
El cometa, llamado C / 2017 K2 (PANSTARRS) o "K2" seguramente procede de la nube de Oört, un gigantesco casquete de miles de millones de cometas que rodea todo el Sistema Solar.
K2
Según explica el investigador David Jewitt de la Universidad de California, Los Ángeles:
K2 está tan lejos del Sol y es tan frío, que sabemos con seguridad que la actividad (todo el material borroso que lo hace parecer un cometa) no se produce, como en otros cometas, por la evaporación del hielo de agua. En su lugar, creemos que la actividad se debe a la sublimación (de un sólido que cambia directamente en un gas) que se produce cuando super-volátiles como K2 hacen su primera entrada en la zona planetaria del sistema solar. Por eso es especial. Este cometa está tan lejos y tan increíblemente frío que el hielo de agua se congela como una roca.
K2 fue descubierto en mayo de 2017 por el Telescopio Panorámico y el Sistema de Respuesta Rápida (Pan-STARRS) en Hawai. Los resultados del equipo aparecen en la edición del 28 de septiembre de The Astrophysical Journal Letters.