A menudo se suele aducir que, habiendo hambre en el mundo, no se entiende que se gasten ingentes cantidades de dinero en viajar al espacio. Partiendo de la base de que ese mismo argumento podría usarse para deslegitimar casi cualquier actividad humana, viajar al espacio comporta muchas ventajas colaterales.
Algunas de las cuales incluso pueden aplicarse para mejorar la vida de las personas. Paralelamente, son cada vez más los interesados en que empecemos a colonizar otros mundos lo antes posible (como Elon Musk o Jeff Bezos), lo que supondría más recursos, más espacio, la posibilidad de que seamos muchos más miles de millones de personas.
Tecnología
Algunas de las nuevas tecnologías que han surgido gracias a la carrera espacial son los pañales desechables, sistemas para lucha contra incendios, estudios sobre el daño que pueden tener los rayos ultravioletas en el ser humano, los rayos láser, la fotografía satelital, el monitoreo climático, todo tipo de pinturas y materiales anti corrosivos, el concepto de la energía solar y sus usos, todos los artefactos inalámbricos.
Los sistemas de diálisis, los escáneres, los purificadores de aire, los tratamientos contra el cáncer por emisión de luz con diodos, biorreactores para desarrollar mejores anticuerpos… y así hasta casi 2.000 innovaciones.
Tal y como abunda en ello Juan Scaliter en su libro Exploradores del futuro:
La NASA cambió, por ejemplo, los estándares de envasado de la comida preparada, tanto para niños como para adultos, y fue la encargada de establecer los márgenes de calidad. Son los mismos que hoy utiliza la Agencia de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA) en sus envases. (…) ha desarrollado sistemas de purificación de agua sumamente económicos que se han implementado en regiones con problemas sanitarios y de agua potable. Del mismo modo ha fabricado neveras alimentadas con energía solar que mantienen los medicamentos a una temperatura óptima.
Inspiración
Además de la tecnología, los viajes espaciales también proporcionan inspiración, la misma que infundían los viajes de los antiguos exploradores en busca de nuevas tierras, recursos y conocimientos. Tal y como señalaba Buzz Aldrin en una entrevista en la revista Technology Review:
en mi generación los programas Mercury Gemini y Apollo de la NASA inspiraron a innumerables estudiantes a perseguir una carrera en ciencia e ingeniería, creando una fuerza tecnológica nunca vista. Son ellos los que produjeron los cambios que vivimos hoy.
Teléfonos móviles, ordenadores. Este mismo post se puede leer en medio planeta gracias a los efectos colaterales de la exploración espacial. En suma, de la búsqueda de respuestas. Carl Sagan lo explicaba así:
Las fronteras nacionales no existen cuando uno mira la Tierra desde el espacio. Los fanatismos étnicos y religiosos o los chauvinismos nacionales son difíciles de defender cuando vemos nuestro planeta como una diminuta luz ante la ciudadela de estrellas. Viajar amplía las perspectivas de la mente […] Si queremos sobrevivir como especie tendremos que ensanchar nuestras lealtades nacionales hasta incluir a toda la comunidad humana, todo el planeta Tierra. Muchos de los dirigentes de nuestros países encontrarán esta idea repelente. No querrán perder poder. Nos hablarán de traición y deslealtad. Pero las naciones ricas tendrán que ayudar a las más pobres, porque la elección, como decía H.G. Wells, es el universo o nada.
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