Hasta el infinito y más allá: el lugar más lejano del Universo y lo más cerca que hemos podido llegar

Hasta el infinito y más allá: el lugar más lejano del Universo y lo más cerca que hemos podido llegar
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A veces te apetece mandarlo todo al carajo e irte lejos. Pero ¿cuánto es lejos? ¿Cuál es el sitio más lejano al que puedes ir? Estando como estados confinados en la Tierra (de momento), el sitio más lejano al que podéis ir, dado que la Tierra es una esfera, dependerá de dónde estéis. Hay una interesante aplicación para saberlo de la que hablo más extensamente aquí (en mi caso, el lugar más lejano queda por Nueva Zelanda, justo por donde se rodó parte de El señor de los anillos). Pero imaginemos que podemos abandonar la Tierra. Entonces ¿qué?

El lugar más lejano que se ha observado es una galaxia denominada z8_GND_5296. Un equipo internacional de investigadores logró su edad gracias al telescopio Keck I de 10 metros situado en Hawái, en concreto, utilizando su espectrógrafo MOSFIRE. Debido a que el Universo está en continua expansión, los astrónomos calculan que esa galaxia estaría en la actualidad a unos 30.000 millones de años luz de la Tierra.

Considerando que el Big Bang se produjo hace 13.800 millones de años, esta galaxia se formó cuando el Universo sólo tenía el 5% de la edad actual. (Si os preguntáis cómo es posible que la galaxia esté a 30.000 millones de años luz cuando el universo solo tiene 13.800, la respuesta corta está en la expansión del universo, que añade mayor distancia entre los objetos).

¿Y cuál ha sido el lugar más lejano donde ha llegado un objeto fabricado por el hombre? La nave Voyager 1 ha llegado a salir del Sistema Solar, superando la Heliopausa y adentrándose en el espacio exterior. En estos momentos, la Voyager 1, que fue lanzada en 1977, se encuentra a unos 18.200 millones de km de distancia. Y se sigue alejando de nosotros a razón de 525 millones de km al año, lo que equivale a una velocidad de 17 km por segundo. Se estima que la Voyager 1 podrá seguir en contacto con la Tierra hasta el año 2025, momento en que sus generadores termonucleares de plutonio 238 se agoten por completo.

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Es una distancia descomunal. Tan difícil de imaginar que sólo sirven las analogías, o quizá una novela lo suficientemente bien descrita. Siempre digo, por ejemplo, que empecé a asimilar mínimamente el tamaño descomunal del Universo cuando leí la novela de ciencia ficción Tau Cero, de Poul Anderson, en la que se narra de forma convincente los efectos de la dilatación temporal einsteniana en una misión interestelar en la que se cruzan, cada vez a mayor velocidad, sistemas solares, galaxias y hasta cúmulos globulares. Son tantas las páginas dedicadas a la descripción de las distancias, la aceleración y demás... que al final te quedas sin aliento. Y seguramente lo que imaginas no es ni una porciúncula de lo que realmente es.

Para los que aún no habéis leído la novela, vayamos con una analogía muy sencilla. Ir en coche. Con un combustible infinito, y pisando siempre a fondo, ¿cuánto tardaría en llegar lugares de nuestros sistema solar, que a su vez forma parte de una galaxia llena de millones de sistemas de solares que, a su vez, forma parte de cúmulos globulares de miles de millones de galaxias...?

Si viajara a 100 km/h, tardaría nada menos que 160 días en llegar a la Luna. 5 meses. Imaginemos que piso a fondo y que alcanzo los 193 km/h. Llegar a Marte me representaría 134 años de viaje. A los 193 km/h de mi coche alcanzaría Júpiter en 459 años.

Saturno está casi el doble de distancia: 842 años de conducción ininterrumpida. Si no bajara del coche ni para ir al aseo, llegaría finalmente a Neptuno en 2.497 años. Nadie ha llegado tan lejos. Y aunque se llegara, no importa... el Sistema Solar es solo un grano de arena de una playa inabarcable por nuestros sentidos.

A cuánto hemos llegado

Irónicamente, los seres humanos que han viajado más lejos de la Tierra lo hicieron por error. Es lo que sucedió en la misión Apolo 13, cuando los estadounidenses James Lovell, Fred Haise y John Swigert pasaron por la cara oculta de la Luna a una altitud de 254 km de su superficie.

Llegaron a alcanzar una distancia de 400.171 kilometros de la Tierra a las 19:21, del 14 de abril de 1970. El récord se ha mantenido durante casi cuatro décadas, y parece poco probable que se supere antes de 2020, cuando Japón y Estados Unidos tienen previsto regresar a la Luna.

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