El Sistema de Recogida de Residuos (Waste Collection System o WCS) de la lanzadera espacial es el inodoro más caro jamás diseñado. No en vano, cuando se revisó el diseño por última vez en enero de 1993, el coste había ascendido a 23,4 millones de dólares.
Y es que hacer aguas menores y mayores en el espacio no es un problema baladí. Incluso supuso un incidente de caca voladora en 1969.
WCS
Del tamaño de una antigua cabina telefónica, WCS consistía en más de 4.000 piezas, y un complicado sistema de interruptores al estilo del cambio de marchas que hacía funcionar una serie de ventiladores, bombas y conductos de aire. Se precisaban horas de entrenamiento para hacer uso del WCS de forma correcta.
En ausencia de gravedad, la recolección y retención de desechos líquidos y sólidos se dirige mediante el uso de unflujo de aire. Dado que el aire utilizado para dirigir los desechos regresa a la cabina, se filtra de antemano para controlar el olor y limpiar las bacterias. En sistemas más antiguos, las aguas residuales se ventilan en el espacio, y los sólidos se comprimían y almacenaban para su eliminación al aterrizar. Los sistemas más modernos exponen los desechos sólidos a presiones de vacío para matar bacterias, lo que previene problemas de olor y mata a los patógenos.
A pesar de lo sofisticado que es el WCS, durante la misión STS-46, uno de los ventiladores no funcionó correctamente, y el miembro de la tripulación Claude Nicollier fue requerido para realizar el mantenimiento en vuelo.
Una falla completa anterior, en el vuelo de prueba STS-3 de ocho días, obligó a su tripulación de dos hombres (Jack Lousma y Gordon Fullerton) a usar un dispositivo de contención fecal (FCD) para la eliminación y eliminación de desechos.
No fue la primera vez que había problemas espaciales con la caca.
La caca voladora
Los primeros inodoros espaciales no eran tan sofisticados, y provocaron un embarazoso problema con una caca voladora durante la misión Apolo 10 de 1969.
Transcripciones desclasificadas muestran a los astronautas Tom Stafford, Gene Cernan y John Young bromeando sobre una caca que flotó por la cabina. Todos negaron que fuera suya, y finalmente lograron atraparla con una servilleta.
Ver 3 comentarios