Un equipo de astrónomos europeos ha utilizado el Very Large Telescope (VLT), del Observatorio Europeo Austral (ESO) en Cerro Paranal (Chile), para localizar una estrella en la Vía Láctea que muchos pensaban que era imposible. Se ha descubierto que esta estrella se compone casi en su totalidad de hidrógeno y helio, con cantidades muy pequeñas de otros elementos químicos.
Esta interesante composición de la estrella la coloca en la “zona prohibida” de la ampliamente aceptada teoría de la formación estelar, lo que significa que nunca debería haber llegado a existir en primer lugar o que nuestras teorías están completamente erróneas. Los resultados de esta investigación saldrán publicados durante los próximos días en la revista Nature.
Este débil estrella se ha localizado en la constelación de Leo (El León), conocida como SDSS J102915+172927, y posee una gran peculiaridad: de todas las estrellas conocidas es la que posee menor cantidad de elementos más pesados que el helio (lo que los astrónomos conocen como “metales”). Además posee una masa más pequeña que la del Sol y una antiguedad de más de 13 millones de años. Se calcula que nuestro astro posee unos 4.500 millones de años.
Tal y como afirma Elisabetta Caffau, autora principal del estudio e investigadora de la Universidad Heidelberg en Alemania y el Observatorio de París:
Una teoría ampliamente aceptada predice que las estrellas de este tipo, con poca masa y cantidades extremadamente bajas de metales, no deberían existir, porque las nubes de material del que se formaron nunca podrían haberse condensadoFue sorprendente encontrar, por primera vez, una estrella en esta “zona prohibida”, y esto significa que tenemos que revisar algunos de los modelos de formación estelar.
El grupo de científicos ha analizado las propiedadesde la estrella empleando el X-shooter y los instrumentos UVES del VLT. Esto les ha permitido medir la abundancia de los diversos elementos químicos que se encontraban en la estrella, descubriendo que la proporción de metales en el SDSS J102915+172927 es más de 20.000 veces menor que la del Sol.
“La estrella es tan débil y tan pobre en metales que sólo pudimos detectar la presencia de uno de los elementos más pesados que el helio calcio en nuestras primeras observaciones”, señala Piercarlo Bonifacio del Observatorio de París.
Los cosmólogos creen que los elementos químicos más ligeros hidrógeno y helio se crearon poco después del Big Bang, junto con el litio, mientras que los restantes se formaron más tardes en las estrellas. Tras las explosiones de las supernovas se esparcieron estos metales por el medio interestelar.
Vía | European Source Observatory
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