Desde que la NASA lanzó en marzo del 2009 la sonda espacial Kepler ha quedado bien claro la intención de la Agencia Norteamericana por descubrir planetas similares a la Tierra en los que sea posible la existencia de la vida.
Los astrónomos piensan que hay muchas probabilidades de que cada estrella de nuestra galaxia tenga al menos un planeta. Los telescopios actuales pueden determinar si los planetas descubiertos están a la distancia precisa para contener agua líquida, según ha manifestado la Agencia Espacial.
La NASA va a seguir explorando el Universo en busca de planetas sobre los que estudiar su ambiente, teniendo previsto el lanzamiento del Satélite de Observación del Tránsito de Exoplanetas (TESS) en 2017 y el Telescopio Espacial James Webb en 2018, y aún tiene previsto la construcción de otro Telescopio de Observación en Infrarrojo de Amplio Campo-Telescopio en la próxima década.
Las observaciones realizadas por Kepler han cambiado lo que conocemos sobre los exoplanetas y ha demostrado que la mayoría de los planetas que orbitan a una distancia de alrededor de una unidad astronómica de su sol, tienen menos de tres veces el diámetro de la Tierra. Incluso llegó a descubrir el primer planeta similar a la Tierra que orbita en la zona habitable de una estrella.
En esta década hemos descubierto más y más planetas más grandes y pesados que la Tierra. Encontrar planetas similares al nuestro es más complicado ya que sus señales son más débiles. La tecnología para la detección de estos planetas se está desarrollando con los futuros telescopios espaciales. La posibilidad de encontrar vida extraterrestre puede estar aún un poco lejos, pero desde luego que la búsqueda se está realizando.
Vía | europapress
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