Después de venderse como la gran esperanza blanca (perdón, negra), Barack Obama ya ha llegado a la Casa Blanca, así que es hora de ir a lo sustancial: su programa político. Entre tantos dimes y diretes, discursos entusiastas agitando banderolas de barras y estrellas, actuaciones de estrellas de Hollywood, el programa político nos ha llegado con cuentagotas, y más aún en lo que se refiere a la materia científica.
De entre tanta cacofonía, se han seleccionado 4 puntos fundamentales:
1) Apoyarán la investigación en células madre.
2) Respaldarán la investigación genética, pero con cautela: por ejemplo, que la información sea usada por las aseguradoras para discriminar a clientes con un currículum genético proclive a las enfermedades.
3) Sobre la carrera espacial, ponen sus miras en lo mundano, y sostienen que la NASA ya no sólo servirá para explorar el espacio sino también para combatir el cambio climático, optimizar las distintas fuentes de energía y mejorar la investigación aeroespacial.
4) Acerca del cambio climático, Obama no ofrece dudas sobre su existencia y apuesta por la reducción en las emisiones de gases de efecto invernadero a un 80 % (por debajo de los niveles de 1990), que estima que se alcanzarán hacia el año 2050.
Como véis, todo un poco vago y muy políticamente correcto. Ya veremos que sucede finalmente. Como anécdota, las ideas de John McCain, pese a situarse en el espectro ideológico opuesto, no difieren demasiado, salvo por pequeños detalles, sobre todo referentes a la investigación en células madre, en las que dice que debe existir un límite moral y ético, oponiéndose a la creación de embriones humanos para investigación.
Via | Science Debate