La superficie de la Luna, además de estar plagada de cráteres también posee pozos, que podrían emplearse como refugio de los astronautas en próximas misiones. Hasta el momento se han descubierto 200 de estos pozos.
Las imágenes tomadas por el Lunar Reconnaissance Orbiter muestran que los pozos varían desde los cinco metros de ancho hasta más de novecientos.
Estos hoyos podrían ser de utilidad como apoyo a la actividad de los astronautas en futura misiones lunares, proporcionando un lugar seguro lejos de radiaciones o micrometeoritos y donde los fuertes cambios de temperatura entre el día y la noche no serían tan acentuados.
La mayoría se han formado en grandes cráteres con zonas de lava formadas por de meteoritos que posteriormente se han solidificado, cuando el techo vacío de una cueva se derrumba debido a las vibraciones de otro meteorito caído en las proximidades. Los vacíos de las cuevas se han podido producir por el efecto de la roca fundida fluyendo bajo la superficie lunar.
Probablemente existan más de los 200 pozos encontrados. El siguiente paso es reunir más datos sobre la composición, temperaturas, gravedad, etc., para comprender el entorno en el que se han formado estos pozos.
El objetivo sería colocar sondas en la base de estos pozos para poder conocer lo que realmente se encuentra en su interior.
Vía | europapres