Se hallan nuevas pruebas de la presencia de agua en nuestro vecindario solar, es decir, nuevas pruebas de que quizá exista o ha existido vida extraterrestre en los confines limitados del Sistema Solar.
En esta ocasión no se ha dirigido la atención ni hacia Marte ni hacia la luna, sino hacia Encélado, una luna de Saturno, la sexta más grande, descubierta en 1789 por William Herschel.
Al parecer, los géiseres que se ha detectado que brotan del polo sur de Encélado podría proceder de un océano de agua salada oculto bajo la capa helada superficial, según un estudio que han publicado investigadores alemanes y británicos en la revista Nature.
Algunos de estos géiseres llegan a medir varios kilómetros y se escapan de la atracción gravitatoria de Encélado.
El estudio publicado, elaborado a partir de las observaciones de la sonda espacial Cassini, lazada en 1997 y en órbita a Saturno desde el 2004, aporta como principal prueba la detección de sodio en las partículas de hielo eyectadas. Frank Postberg, un investigador del Instituto Max Planck de Alemania, aduce que es la prueba definitiva de que en el interior hay una capa líquida “porque la disolución de cantidades significativas de minerales es la forma de explicar estos niveles de sales”.
Más información | Ciencia Nasa
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