Cada día, la Tierra recibe alrededor de 100 toneladas de materia extraterrestre en forma de granos de polvo. El 99 % de esos granos tienen un tamaño aproximado de entre 0,05 y 0,5 milímetros.
Además, nuestro planeta es bombardeado por objetos de dimensiones comprendidas entre el decímetro y el metro: alrededor de unas 10 toneladas de meteoritos por año.
Así que esas estrellas fugaces que uno puede contemplar en una noche limpia y que sirven para pedir deseo, cruzan nuestros cielos muchas más veces de lo que imaginamos.
Hay tres clases de meteoritos: los litosideritos están formados por materiales rocosos y hierro. Constituyen apenas un uno por ciento de los meteoritos. Los meteoritos rocosos, formados solamente por rocas, son los más abundantes. Los meteoritos ferrosos, un 6% del total, contienen gran cantidad de hierro. El único hierro que conocían los humanos antes de inventar la forja provenía de los meteoritos.
Pero ¿de dónde vienen los micrometeoritos? Gracias a los técnicos de datación de los meteoritos, se sabe que todos los planetas del Sistema Solar se formaron hace unos 4.600 millones de años. Según palabras del exobiólogo francés François Raulin:
Una gigantesca nube de polvo interestelar se transformó en una nebulosa primitiva que, por acreción (adición de partículas) de sus elementos, dio lugar a una proto-estrella (le joven Sol) y a planetésimos (concentraciones de materia que orbitaban en torno al Sol). Estos últimos, embriones de planetas, evolucionaron de forma diferente según su masa y distancia de la estrella central de formación. Los más cercanos y los más calientes perdieron gran parte de sus elementos volátiles y se convirtieron en los planetas telúricos (densos): Mercurio, Venus, la Tierra y Marte, formados por rocas y que presentan una elevada densidad. Los más alejados conservaron los elementos ligeros de la nebulosa, hidrógeno y helio. Así se formaron los planetas gigantes gaseosos: Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.
Algunos de los meteoritos que se han estudiado parece que venían de la Luna y otros de Marte. La mayoría, sin embargo, son fragmentos de asteroides o de cometas.
El estudio de meteoritos revela datos interesantes. Son buenos ejemplos de la materia primitiva del Sistema Solar. E incluso podrían ser responsables de la extinción masiva de los dinosaurios. Y caen cada día y cada noche sobre nuestras cabezas a velocidades supersónicas.
Vía | Sistema Solar Básico
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