Las diminutas partículas de polvo que vagan por el espacio no solo pueden crear críticos agujeros en el fuselaje de los satélites que orbitan la Tierra, sino que también son capaces de originar pulsos electromagnéticos potencialmente catastróficos.
Esto sucede porque si la partícula viaja lo suficientemente rápida su impacto parece crear radiación electromagnética (en forma de ondas de radio) que puede dañar o, incluso, desactivar los sistemas electrónicos del satélite.
Polvo espacial
Según refiere un nuevo estudio publicado esta semana en la revista Physics of Plasmas respecto al polvo espacial, sus riesgos, pues, no solo se reducen a los impactos, sino a este efecto electromagnético.
El estudio presenta simulaciones por ordenador para demostrar que la nube de plasma generada a partir del impacto de la partícula es responsable de crear el pulso electromagnético dañino.
Cuando una partícula golpea una superficie dura a altas velocidades, se vaporiza e ioniza el objetivo, liberando una nube de polvo, gas y plasma. A medida que el plasma se expande hacia el vacío circundante, los iones y electrones viajan a diferentes velocidades y se separan de una manera que crea emisiones de radiofrecuencia.
Tal y como explica el autor principal Alex Fletcher, investigador en el Centro de Física Espacial de la Universidad de Boston:
Durante las últimas décadas, los investigadores han analizado estos impactos de hipervelocidad y hemos notado que hay radiación de los impactos cuando las partículas van lo suficientemente rápido. Nadie ha sido realmente capaz de explicar por qué está ahí, de dónde proviene o el mecanismo físico detrás de él.
El siguiente paso en el trabajo es utilizar la simulación para cuantificar la radiación generada para que se pueda evaluar la amenaza a los satélites e idear formas de proteger los satélites y las naves espaciales de meteoritos y escombros orbitales.