Imaginaos una colisión entre dos asteroides a una velocidad de impacto superior a 17.700 kilómetros por hora. Ciertamente resulta difícil de imaginar lo que ocurriría tras este choque sin recurrir a los efectos de la ILM para Star Wars.
Sin embargo, gracias al productivo Telescopio Espacial Hubble podemos disfrutar al fin de, al menos, los restos presuntos de una colisión de esta clase. Si os fijáis en la fotografía, veréis un particular patrón de deshechos con forma de X y serpentinas de polvo más atrás.
El objeto en cuestión, llamado P/2010 A2, fue descubierto por el Programa Lincoln de Investigación y Seguimiento de Asteroides Cercanos a la Tierra (Lincoln Near-Earth Asteroid Research o LINEAR, en inglés), el pasado 6 de enero.
David Jewitt, de la Universidad de California, investigador principal del fenómeno, lo explica así:
Esto es muy diferente del polvo fino que recubre a los cometas normales. Los filamentos están hechos de polvo y grava, y se presume que fueron expulsados del núcleo recientemente. Parte de este material ha sido barrido por la presión de la radiación de la luz solar, creando de este modo trazas rectas de polvo. Incrustadas en los filamentos, hay condensaciones de polvo que se mueven de manera conjunta y que se formaron probablemente a partir de pequeños cuerpos rocosos originarios que no habían sido observados con anterioridad.
El Hubble muestra que el núcleo principal de P/2010 A2 está fuera de su propio halo de polvo, algo nunca visto hasta el momento. Se estima que el núcleo mide 140 m (460 pies) de diámetro. Afortunadamente, el objeto, en el momento de las observaciones, se encontraba a aproximadamente 290 millones de kilómetros de distancia del Sol y a 145 millones de kilómetros de la Tierra.
Vía | Globedia
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