Gracias al nuevo enfoque tecnológico del desarrollo del viaje espacial, así como a los incentivos que produce el turismo o el simple capricho, amén de los concursos para lograr métodos más baratos y eficientes para llevar cosas al espacio, en un breve espacio de tiempo podríamos enviar cualquier cosa a la Luna. Como si usáramos el servicio de correos o el de una compañía de transporte tipo FedEx.
Es lo que propone la compañía Astrobotic y su servicio MoonMail. Por el momento ya se ha abierto el plazo para pedir espacio en su cápsula Griffin, que partirá a bordo de un cohete Falcon 9. En total hay 3 metros de ancho por 1,6 de alto de espacio y se pueden alojar hasta 270 kg.
El proyecto participa así en el concurso Google Lunar XPrize, cuyo propósito es situar un robot de construcción privada en la Luna. Una vez allí, el módulo también servirá para proporcionar WiFi en la superficie lunar. El director de la fundación X Prize, William Pomerantz, menciona que el objetivo del concurso es poner en funcionamiento nuevos negocios con un valor mucho mayor que el premio.
Astrobotic espera enviar objetos como anillos de matrimonio o reliquias familiares pequeñas. Un paquete pequeño de 1,2 cm de ancho y 0,3 cm de altura cuesta 460 dólares, mientras el más grande de 2,5 por 5 cm cuesta 25.800 dólares. Los artículos permanecerán en el satélite en un contenedor unido al explorador. Junto con la Universidad de Carnegie Mellon, Astrobotic Technology intentar poner su vehículo explorador privado sobre la Luna a fin de ganar los 20 millones de un concurso internacional patrocinado por Google.
Podéis leer más acerca de estas iniciativas en Burt Rutan: el hombre que quiere abrir la frontera espacial.
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