Empleando una técnica llamada "astrosismología" para analizar los datos recabados por la misión Kepler/K2 de la NASA, se pudo medir las oscilaciones y registrar las frecuencias de sonido graves en el interior de la estrella que las causa.
De este modo, se pudo escuchar el sonido estelar más antiguo del que tenemos noticia, de 13.000 millones de años de antigüedad.
M4
En junio de 2016, un equipo de investigadores de la Universidad de Birmingham anunció que habían medido oscilaciones acústicas de 13.000 millones de años de antigüedad procedentes del cúmulo de estrellas M4 de la Vía Láctea.
Así los investigadores estaban escuchando el sonido que las estrellas habían emitido en sus hornos nucleares "solo" 800.000 años después del Big Bang.
Por su parte, en mayo de 2013, la sonda espacial Voyager 1 de la NASA registró sonidos en regiones del espacio interestelar con gran densidad de gas y plasma ionizados. Si bien en el espacio no hay atmósfera con oxígeno, sí que contiene gas y plasma, que puede vibrar a frecuencias audibles.
Cuando la Voyager 1, que es el objeto fabricado por el ser humano más remoto, grabó y reprodujo estas vibraciones en el Control de Misión, adoptaron la forma de un tono que se volvía más agudo a mediad que la densidad del plasma aumentaba. El Control de Misión opyó estos sonidos dos veces: la primera entre octubre y noviembre de 2012, y la segunda entre abril y mayo de 2013, cuando la sonda estaba a 19.000 millones de kilómetros del Sol. Así pues fue el sonido registrado a mayor distancia de la Tierra.
Imagen | legoalbert
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