Este 3 de enero, todos nosotros aceleraremos a 3.420 kilómetros por hora sobre el promedio a la que la Tierra se suele desplazar habitualmente por el espacio: 107.280 kilómetros por hora.
Esto sucede porque Tierra se situará en el perihelio, mayor proximidad al Sol en su órbita anual, lo que deriva en la máxima velocidad orbital.
Perihelio y afelio
La Tierra gira alrededor del Sol, describiendo una órbita elíptica de 930 millones de kilómetros, es decir, que recorremos toda esa la distancia en 365 días y casi 6 horas (por eso cada cuatro años se cuenta uno bisiesto, para ajustarlo a 365 días).
Esa velocidad de traslación no siempre es la misma: aumenta hasta ser máxima en el perihelio (la menor distancia al Sol) con 110.700 kilómetros por hora, y se reduce hasta ser mínima en el afelio, con 103.536 kilómetros por hora. Es decir, que hay más de 7.000 kilómetros por hora de diferencia.
Concretamente, alcanzaremos el perihelio a las 05.20 UTC de este 3 de enero, con una distancia de algo más de 147 millones de kilómetros. El afelio en 2019 será el 5 de julio, a unos 5 millones de kilómetros de distancia más.
A su vez, el Sol no se está quietecito. Va lanzado a 790.000 kilómetros por hora hacia el centro de la Vía Láctea. Así pues, el Sol (y todos los planetas que le rodean, el Sistema Solar) dan una vuelta completa en el tiovivo de la Vía Láctea en 200 millones de años. En realidad, todo se está moviendo a velocidades extraordinarias, como ya explicamos hace un tiempo.
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